En el colegio de Fortaleny aclaran que todavía no son un colegio Montessori porque, de momento, solo han empezado a aplicar algunas técnicas. No obstante, cuando al inicio de este curso se pusieron en contacto con diversas asociaciones Montessori que hay en España, desde estas entidades se mostraron sorprendidos porque era la primera vez que una escuela pública se interesaba por este método.
Siempre se ha relacionado esta pedagogía con colegios elitistas porque se pensaba que los materiales que se utilizan son caros, pero la profesora de Fortaleny, Maria Vinyoles, considera que no es necesario gastarse mucho dinero para crear un adecuado ambiente en el aula.
Esta filosofía educativa considera que es importante crear un buen clima en el aula. Y, siguiendo esta línea, lo primero que llama la atención es la decoración de este colegio. En la mayoría de las aulas no hay mesa del profesor y los pupitres no se distribuyen en hileras, sino que cada clase tiene diversos «rincones» con un tipo de decoración: sobre los indios, con libros, con una pecera y un pájaro o con material Montessori. Un material que, según explican desde el centro, no es didáctico, sino de desarrollo porque sirve para diferentes etapas educativas. Por ejemplo, fichas numéricas con las que se puede aprender desde sumar a hacer raíces cuadradas. Este tipo de pedagogía le da mucha importancia a los materiales y a enseñar de forma manipulativa porque considera que «el cerebro de los niños está en las manos», según decía María Montessori. Además, el maestro es un simple guía.
No obstante, hay que recalcar que fue la profesora Pilar Sánchez, fallecida hace unos años, la impulsora de los novedosos métodos pedagógicos que llevan años aplicándose en el colegio. Y ahora ha sido el nuevo equipo docente el encargado de introducir algunas técnicas Montessori.
La profesora María Vinyoles explica que en este colegio se trabaja por «talleres, rincones (los diferentes espacios en los que se distribuye un aula) y proyectos». De forma que, a través de un proyecto se enseñan diferentes tipos de contenidos que van desde las matemáticas al lenguaje o la historia. Además, como son los alumnos los que eligen lo que quieren estudiar, se sienten más motivados. Tanto es así que, según Vinyoles, «el otro día los alumnos en su hora libre eligieron no ir a jugar y se quedaron haciendo proyectos».
