Aunque muchos de ellos nunca han visitado la Ribera, son casi una veintena los aristócratas que todavía lucen títulos nobiliarios que tienen sus orígenes en poblaciones de la comarca. Duques, condes, vizcondes, marqueses o barones llevan consigo el nombre de Alzira, Sueca, Cullera, Llaurí o la propia Llombai, cuyo primer marqués fue ni más ni menos Sant Francesc de Borja.
Curiosamente, el título aristocrático del marquesado ha salido a la palestra hace poco tras conocerse que después del fallecimiento de doña Ángela María Téllez-Girón „la última noble en poseer el título de Marqués de Llombai„ su hija, doña Ángela María de Solís-Beaumont y Téllez-Girón, ha solicitado el derecho de sucesión del título, reservado a los primogénitos si no se trasmite en vida. De este modo, y si no ocurre lo contrario, Solís Beaumont se convertirá en la futura Marquesa de Llombai.
Y es que la trasmisión por descendencia es uno de los derechos de estos títulos nobiliarios, concedidos por monarcas y que tienen un carácter honorífico y vitalicio. Los títulos más antiguos tienen su origen en el reinado de Pedro el Ceremonioso. Entre ellos existe también diferencias. Desde 1520 algunos nobles llevan adscritos a su título la dignidad de Grandes de España, rango superior de nobleza creado por Carlos V con el que premió a 26 nobles de los reinos de Aragón y Castilla que le acompañaron en su coronación. En la actualidad son alrededor de 400 los que poseen este rango, tres de ellos relacionados con la Ribera. Son Grandes de España el Duque de Sueca, el Conde del Real y el Barón de Llaurí. Carlos Oswaldo Ruspoli y Morenes posee el titulo del ducado suecano, concedido el 7 de marzo de 1804 a don Manuel de Godoy y Álvarez de Faria, primer Secretario de Estado de Carlos IV, Capitán General de los Ejércitos y Príncipe de la Paz. Luis Urzáiz y Azlor de Aragón es el Conde del Real, un señorío concedido por Felipe III el 12 de mayo de 1599 a Luis Pérez Zapata de Calatayud. Por último, Verónica Manglano y Puig, de García-Menacho posee desde 2012 el título de Baronesa de Llaurí, un nombramiento que se concedió a José Pedro Vich en 1863.
Además de estos tres títulos con rango superior, otros 15 aristócratas llevan consigo el nombre de municipios de la comarca. En total son 5 marqueses, 4 condes, 1 vizconde y 5 barones. Respecto a los marqueses, el título de Cullera lo ostenta Juan Miguel Osorio y Beltrán de Lis, el de Tous es José Fernando de Aguilar y Chaves, el de Montortal Fernando Núñez-Robres y Escrivá, el de Alginet tiene como titular a Jaime Perinat y Escrivá de Romaní, mientras que el de Llombai está en fase de concesión. El Conde de Carlet, tras el fallecimiento de Paloma Barris y Armet de Castellví, es Federico Coll y Barris (quien se convierte en el décimo cuarto aristócrata con esta designación), la Condesa de l'Alcúdia es María de la Asunción de Saavedra y Bes, el de Sumacàrcer Gonzalo Crespí de Valldaura y Bosch y el de Gavarda Joaquín Cavero García-Rivero. El único vizconde que luce un nombre de la comarca es el de Alzira, cuyo titular es Ignacio de Bertodano y Guillén. Por último, el Barón de Càrcer es Luis Manglano Baldoví, el de Manuel es Juan Luis de Castellví y Mendoza, el de Antella Román Rovira Blanes, el de Benifaió Enrique Falcó Carrión y el de Benimuslem Fernando Ruiz-Valarino y Rodríguez de la Encina, quien sucede por fallecimiento a su hermano José Manuel.
Téllez-Girón, la más noble
Tras el fallecimiento de doña Ángela María Téllez-Girón, Llombai tendrá a su vigésimo aristócrata en lucir el título de marqués. Será Ángela María de Solís-Beaumont y Téllez-Girón, su hija, quien poseerá un señorío „el más antiguo de la comarca„ que nació en 1562 y cuyo primer concesionario fue Francisco de Borja y de Aragón, canonizado después como Sant Francesc de Borja. Este título corresponde al primogénito de la Casa Ducal de Gandia y que por matrimonio pasó a los Duques de Osuna.
Téllez-Girón, además de Marquesa de Llombai y Duquesa de Gandia, llegó a poseer los títulos de Duquesa de Osuna, Condesa-Duquesa de Benavente, Marquesa de Jabalquino y de Florinda, y Condesa de Peñaranda, Ureña, Pinto y de la Puebla de Montalbán. Después de la Duquesa de Alba y de la de Medinaceli fue la noble con más títulos de España. La fallecida marquesa mantuvo cierta vinculación con Llombai, visitando el municipio en algunas ocasiones, apadrinando algunos niños y presenciando actos del cuarto centenario de la muerte de Sant Francesc de Borja. La noble declaró tener gran estima por este título, el cual recibió su antepasado en 1562.
