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El Consell alega que el interés del niño de Alzira «prima sobre cualquier otro»

La Conselleria de Igualdad defiende la necesidad de retirar la patria potestad a la familia que acogió al niño de dos años Una manifestación reclamará el viernes el regreso del pequeño

El Consell alega que el interés del niño de Alzira «prima sobre cualquier otro»

La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, que la semana pasada obligó a una familia de Alzira a entregar a un niño de dos años al finalizar un primer acogimiento temporal de doce meses y pese a existir una relación de parentesco, lo que ha provocado que se movilice todo el barrio de Les Barraques, defendió ayer que su actuación en éste como en cualquier otro caso sólo busca el interés del menor. Fuentes de la conselleria que dirige la vicepresidenta del gobierno valenciano, Mónica Oltra, señalaron que no podían facilitar ningún dato al tratarse de un menor, pero incidieron en que «en este caso, como en cualquier otro, la actuación de la conselleria siempre tiene en cuenta el interés general del menor por encima de cualquier de otro».

Esta familia alcireña vive momentos de angustia desde que, el viernes 26 de febrero, se le comunicó en el departamento de Servicios Sociales que no se iba a prorrogar el acogimiento del hijo de una sobrina y que el lunes siguiente tenían que entregar al menor al personal de la conselleria. Según ha desvelado la propia familia, la conselleria alega un exceso de cargas familiares ya que tiene un hijo autista y un dolencia cardíaca del cabeza de familia, argumentos que tanto Ángel Madrid como Pura García rebaten.

Varios allegados ya se concentraron el lunes de la semana pasada en las dependencias que Servicios Sociales tiene en el barrio de la Muntanyeta, lugar donde se produjo la entrega del niño, para protestar contra una medida que consideran injusta. Varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía custodiaron la salida del personal de la conselleria con el menor. El barrio de Les Barraques, donde reside la familia, se ha llenado de pancartas en las que los vecinos muestran su apoyo a la familia y reclaman el regreso del pequeño Rafa, que en mayo cumplirá dos años, junto a sus padres de acogida.

Se da la circunstancia de que Ángel y Pura son tíos de la madre de Rafa, a la que acogieron cuando estaba embarazada de ocho meses -según su versión había tenido problemas con sus padres- y vieron nacer al niño, aunque los servicios de Infancia ya les advirtieron que el bebé no podría quedarse con la madre y pasó los primeros meses en la Casa Cuna hasta que lograron un acogimiento temporal. La perspectiva de que se prorrogara o incluso de obtener una adopción se ha diluido.

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