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Un alumno de matrícula de honor a los 49 años

Francisco Maldonado ha sido uno de los tres estudiantes de la comarca que han logrado el premio extraordinario de Formación Profesional

Un alumno de matrícula de honor a los 49 años

A sus cuarenta y nueve años, Francisco Maldonado se ha convertido en un alumno de diez. En 2013 empezó a estudiar el módulo de Actividades Físicas y Deportivas en el Medio Natural en el IES de Guadassuar y consiguió terminar los estudios con un currículum brillante: obtuvo una nota de diez en todas las asignaturas y, en cinco de estas, consiguió la calificación de matrícula de honor. Así que se ha convertido en uno de los tres alumnos de FP de la comarca de la Ribera, junto con un estudiante de Almussafes y otro de Llombai, que ha obtenido el premio extraordinario de Formación Profesional que concede la Conselleria de Educación.

Francisco, que es de Valencia y hasta hace poco vivía en Alginet, es diplomado en Informática y trabajaba en una empresa de servicios informáticos. Pero hace unos años se quedó en el paro, así que decidió convertir su gran pasión (la montaña) en materia de estudio. Y así su mujer, que es natural de Benifaió, y él se apuntaron al curso de FP de Guadassuar. «No era fácil, pero le pusimos muchas ganas porque a los dos nos apasiona la montaña», explica Francisco.

Este módulo sirve para poder llevar grupos a la naturaleza y que practiquen actividades como el senderismo, montar a caballo o bicicleta de montaña. Este matrimonio vive ahora en Navarra, un lugar con unos espectaculares paisajes verdes. Francisco forma parte de la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada, aunque actualmente trabaja como acompañante de un autobús escolar. Cuenta que tenía pensado montar con su mujer una empresa de «tracking» y senderismo para llevar a los turistas a espacios de naturaleza salvaje, pero de momento han tenido que aparcar el proyecto.

No hay una receta mágica para tener un expediente académico brillante, sino que se trata de ser constante en los estudios. Francisco recomienda leerse el temario antes de que el profesor lo explique en clase. Además, hay que intentar estudiar todos los días o, al menos, un par de veces a la semana para leer lo que se ha dado en clase. Y, cómo no, «ponerle codos» cuando hay exámenes, cuenta este aficionado a la montaña.

Exigentes prácticas

Francisco Maldonado explica que el módulo no era fácil. Se estudiaba un amplio temario sobre todos los aspectos relacionados con las actividades de montaña. Por ejemplo, había teoría y práctica sobre hípica y debían aprender cosas como los cuidados básicos del caballo. Además, estudiaban temas sobre cómo orientarse en la montaña, la cartografía y normas de seguridad.

También había prácticas físicas que eran bastante exigentes. «Salíamos todas las semanas a hacer rutas en bici o senderismo o prácticas con caballos», señala este estudiante. Aunque Francisco guarda muy buen recuerdo de sus prácticas porque las realizó con la Federación de Deportes de Montaña y Escalada de la Comunidad Valenciana y la ONCE y esto le permitió conocer otro mundo. «Descubrí la discapacidad en el deporte gracias al módulo», dice Maldonado, que se quedó sorprendido por el arrojo que tienen las personas con discapacidad a la hora de hacer actividades físicas.

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