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La «Ruta de l'Aigua» ofrece explotar la vertiente cultural de la Acequia Real

Guadassuar es el primer municipio que asume el proyecto de la comunidad y reclama financiación para habilitar un trazado peatonal en paralelo al canal

Si el cauce del Xúquer representa una arteria vertebradora y fuente de riqueza para la comarca de la Ribera, la Acequia Real del Júcar ha ejercido esa misma función en sus más de 750 años de historia. La comunidad de riegos más importante en el seno de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) con sus más de 25.000 regantes de veinte municipios de la Ribera y l'Horta Sud aprovechó aquel 750 aniversario para diseñar una actuación que pretende aportar una vertiente lúdica e incluso turística al canal de 54 kilómetros que tradicionalmente ha conducido las aguas. La denominada «Ruta de l'Aigua» pretende explotar el potencial patrimonial y paisajístico de la acequia habilitando un itinerario para senderistas, corredores y bicis que discurriría por la vía de servicio en paralelo al canal entre l'Assut de Antella, donde nace la Acequia Real, y Alcàsser. El Ayuntamiento de Guadassuar ha sido el primero en asumir como propia esta iniciativa y, en un acuerdo adoptado de forma unánime el jueves, se compromete a facilitar la adhesión al proyecto de todas las entidades culturales, deportivas o ecologistas de la localidad y, por otra parte, solicita financiación a entidades públicas y privadas para desarrollar este itinerario.

Se da la circunstancia de que, en el mismo pleno, la corporación municipal acordó iniciar los trámites para declarar Bien de Relevancia Local el conjunto de elementos del patrimonio hidráulico que se localizan en el término municipal vinculados a la Acequia Real del Júcar que están inventariados por la Conselleria de Cultura y, a su vez, insta oficialmente «su preservación, restauración y dignificación para la memoria colectiva». La propuesta del ayuntamiento hace especial incidencia en el conocido como «Cano de Guadassuar», un conducto subterráneo con sólo dos respiraderos cuya existencia se documenta ya a principios del siglo XV y que se construyó para salvar por debajo el cauce del río Magro o «riu sec», como se le conoce en Guadassuar, prolongar la acequia y poder regar también las tierras de Algemesí, que entonces pertenecían al término de Alzira. Un informe elaborado por el cronista oficial de la ciudad, Josep Enric Mut, aclara que eso no implica que los elementos más antiguos que se conservan del «cano» correspondan al original, aunque detalla que los expertos consideran que por el sistema de construcción utilizado se trata de una obra del siglo XVII.

La propuesta de la Acequia Real contempla inicialmente una actuación sencilla para habilitar el trazado para ciclistas y peatones, pero recuerda que a lo largo del mismo existe una gran cantidad de patrimonio hidráulico que, según comentó ayer el secretario general de la ARJ, Juan Valero de Palma, se puede rehabilitar y añadir de forma progresiva nuevos atractivos a la ruta. Por otra parte, el anteproyecto elaborado por la acequia y la Fundació Assut también dibuja a lo largo del recorrido conexiones de la «Ruta de l'Aigua» con los diferentes núcleos urbanos junto a los que discurre, si bien éstas correspondería realizarlas a los ayuntamientos. En última instancia, se destaca que se crearía un pasillo de comunicaciones basado en el agua de riego que conectaría dos ríos valencianos, el Xúquer y el Turia, cruzando además el Magro «y fortaleciendo el vínculo con la Albufera».

La memoria elaborada plantea un triple objetivo con este itinerario entre Antella y la zona minada de Alcàsser: generar un pasillo basado en la propia Acequia Real con sus conexiones a los municipios más próximos para el disfrute y conocimiento de los vecinos; divulgar el valor de esta infraestructura y su paisaje para, de este modo, contribuir a la conservación de este patrimonio y, por último, facilitar la protección de la red en alta de la acequia, mediante la limitación del paso de vehículos pesados por la vía de servicio, que se habilitaría para peatones y ciclistas.

Valero de Palma comentó que se necesita el apoyo de las instituciones para poder desarrollar este proyecto de 54 kilómetros aunque, según señaló, si se enlaza con Valencia o a través de la Albufera «hablaríamos de sesenta kilómetros».

El acondicionamiento y señalización del trazado, incluida la instalación de tres nuevas pasarelas que cruzarían el canal, supondría una inversión de 495.000 euros, mientras que el anteproyecto elaborado también contempla habilitar tres lugares de parada asociados a la acequia, uno en la casa de guarda de Alberic, otro en el mismo «cano» de Guadassuar y un tercero en la «fesa» del Romaní para el descanso y disfrute de los visitantes con lavabos, zonas de sombra e incluso alguna cafetería. El acondicionamiento de estos espacios se cuantifica en otros 750.000 euros.

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