El Museu Valencià de la Mel (MUVAMEL) de Montroi ha logrado, tras sus tres años de vida, ser declarado como museo de la Comunitat Valenciana. El Servicio de Museos y Patrimonio Mueble dio su informe favorable el pasado 20 de mayo y el día 3 de junio la Conselleria de Educació, Cultura i Esport aprobaba su incorporación a la lista de museos de la Generalitat.
Esto supone un reconocimiento para Montroi y sus habitantes, pero sobre todo para el grupo de personas que se ha encargado de, día a día, abrir sus puertas al público y ofrecer una dulce experiencia a los visitantes. Ahora podrán hacerlo con mucha más facilidad ya que pertenecer a la red de museos supone una mayor publicidad y, además, formar parte del programa de ayudas y subvenciones que el gobierno valenciano da a sus museos.
Aunque se trate de un museo reciente, hay que echar la vista veinte años atrás para conocer sus orígenes, que no son otros que el inicio de la Fira Valenciana de la Mel, celebrada tradicionalmente en la localidad ribereña. Con el paso de los años creció la feria, creció el municipio y creció el arraigo de la miel a Montroi. Era un caldo de cultivo propicio para la creación del museo. Hace cinco años se inició un proyecto para que se construyera dicha instalación y, en 2013, nació MUVAMEL. Desde sus inicios, intentó formar parte de la red de museos de la Comunitat Valenciana y, por fin lo ha logrado. Ahora verán incrementado su volumen de trabajo, ya que pertenecer a este selecto grupo significa horas de burocracia, inventariados e informes, así como la inclusión de guías que hablen inglés, pero la proyección que esto supone compensa dichas labores.
La Montroi turística
Parte del crecimiento del museo se debe al trabajo conjunto con el municipio de Turís en la llamada «Ruta de la mel». Esta localidad complementa la experiencia cultural con Centro Apícola de Valencia, creando entre ambos un compendio de actividades donde las abejas y su trabajo son el centro de atención.
El siguiente deseo del museo es contar con una colmena viva de observación, con la que mostrar a sus visitantes cómo se distribuyen las abejas en su laborioso día a día, un atractivo para grandes y pequeños. Pero sin duda a lo que aspira este museo es a que Montroi y la miel sean uno, que este producto sea la estrella del municipio y que, a partir de ese momento, la localidad alcance el estatus de ciudad turística.
