Carcaixent emprende este fin de semana un viaje en el tiempo hasta los inicios del siglo XX, concretamente a 1916, año en que la localidad fue nombrada como ciudad. Las calles del municipio retrocedieron un siglo en apariencia y los vecinos se engalanaron con atuendos típicos de la época para celebrar tal efeméride a través de la Fira Modernista, un proyecto que ha exhibido la riqueza cultural y patrimonial de la ciudad carcagentina.

La feria carcagentina arrancó exitosamente el viernes con el acto inaugural que citó en el Magatzem de Ribera a personajes de la época, entre ellos una persona caracterizada como Julià Ribera, quien se encargó de realizar el discurso inaugural. A la inauguración no fallaron la vicepresidente de Diputación de Valencia, Maria Josep Amigó, la diputada de Turismo, Pilar Moncho, y el director general de Comercio. Natxo Costa. La concentración en el Magatzem de Ribera dio paso a un pasacalles y a la posterior inauguración de la feria. Por la noche la jornada se cerró con un recital de poesía.

La feria continuó ayer con un sinfín de actividades. Una de las más exitosas fue la ruta por los huertos, cuya previsión de asistencia se desbordó. La jornada también contó con una ruta urbana que recorrió los lugares más representativos de la época y, como no, la feria artesanal concentrada en la calle Sant Francesc d'Asís.

Además de las posibles visitas, la jornada del sábado estuvo marcada por las numerosas representaciones. Destacó, de entre estas, las actuaciones llevadas a cabo en el Magatzem de Ribera que recreaban una jornada laboral en un almacén de naranja. En el primero de los pases, realizado por la mañana, no faltaron a la cita el conseller de Economía, Rafa Climent, y el presidente de las Corts, Enric Morera, además de la corporación municipal local. Otras representaciones se llevaron a cabo en lugares emblemáticos como el Palau de la Marquesa o en los escenarios situados cerca de los puestos de productos artesanal. La jornada se completó con talleres, exposiciones, conciertos musicales y la visita a casas emblemáticas de la localidad, algunas de ellas cerradas durante muchos años y que el consistorio ha limpiado y habilitado para la ocasión.

Espectativas desbordadas

El alcalde de Carcaixent, Paco Salom, se mostró muy contento ante la gran afluencia de público. «El viernes por la noche fue muy bonito ver que, pese a ser el primer día, las calles estaban llenas de gente y ayer fue increíble ver las colas que se hacían para ver las representaciones o cómo la gente se ha volcado en las visitas a los huertos», explica Salom. De hecho, hubo mucha gente que solicitó participar en la ruta, además de los 600 afortunados que consiguieron el ticket correspondiente.

Salom agradeció la implicación de «las 30 asociaciones que han participado y los más de 100 voluntarios, cuyo trabajo ha hecho posible que se celebre esta feria». El primer edil carcagentino agradeció la implicación de estas personas que «llevan meses dedicando tiempo para conseguir que sea un feria potente».

Carcaixent clausura hoy la feria con un gran número de actividades, actuaciones musicales, talleres, exposiciones o las rutas que visitan los huertos emblemáticos.