El joven mayor de edad con el que se fugó la menor de 13 años de Carcaixent, Sara Flores, quedó ayer en libertad tras celebrarse un juicio rápido en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 7 de Alzira. El juez así lo dictó tras escuchar las declaraciones de la joven, quien cambió su testimonio y negó algunas de las cosas que detalló la noche anterior a la Guardia Civil poco después de que los agentes sorprendieran a la pareja escondida desde el 26 de junio en una cochambrosa vivienda de Carcaixent. La familia no entiende cómo el juez vuelve a dejar en libertad al acusado, el cual estaba en búsqueda y captura, y emplaza el litigio para el próximo martes en el juzgado número 3 de Violencia de Género.

Fue una pareja la que avisó el viernes a la familia Flores Martí del paradero de su hija tras conocer, por mediación de Levante-EMV, que la joven había vuelto a desaparecer y que, en esta ocasión, podría encontrarse retenida contra su voluntad. La familia trasladó la información a la Guardia Civil, que se postuló en la ubicación sobre las 22.30 horas del mismo día y registró la vivienda. Esta presentaba un alto estado de insalubridad, sin suministro eléctrico y un mal olor considerable. La Benemérita encontró escondida a la pareja y detuvo al joven, a la vez que tranquilizó a la niña, quien se encontraba muy nerviosa por todo lo sucedido.

Sara contó esa misma noche a la Guardia Civil que permanecía con él porque se sentía amenazada y tenía miedo de que el acusado increpara a su familia. La propia adolescente, junto a sus padres, detalló a este periódico antes de la vista que no quería estar con su pareja, aunque sí afirmó que cuando protagonizó las otras huidas en enero lo hizo porque quería estar con él y que fue ella también quien lo buscó el día que desapareció. Los propios progenitores añadieron que, según les comentó la joven, este la había golpeado en reiteradas ocasiones durante esta última huida y que el acusado había cometido el delito de inducción a la fuga del menor. Sin embargo, y pese a todas las declaraciones efectuadas, la carcagentina negó algunos de los hechos en el juicio. «Le está defendiendo, la tiene psicológicamente controlada», argumenta el padre de Sara, Mario Flores. «Es una niña muy vulnerable y la ha puesto en contra de nosotros», añade. Es por todos estos motivos por los que la familia pide que «no se tenga en cuenta la declaración de Sara en el juicio, sino la última que realizó a la Guardia Civil, donde sí dijo la verdad». En este aspecto, los padres también mostraron su indignación ante la resolución del juez. «Tiene una orden de alejamiento sobre mi hija y la incumple, no acudió al último juicio rápido y se impuso una orden de búsqueda y captura, y cuando definitivamente se le consigue apresar se le suelta en seguida», dice Flores, quien cree que el acusado no se presentará al juicio previsto para este martes. «Es como si no se hubiese hecho el juicio», añade.

Un cartel exige el regreso de Sara

Sara durmió anoche por segunda vez consecutiva en su casa. De momento, la joven estará con sus padres, quienes no descartan un futuro internamiento en un centro especializado si la menor no testifica el próximo martes y sigue defendiendo a su pareja. «Es muy joven y esto le va a afectar mucho, por lo que creemos que necesita un cambio de aires y alejarse de todo esto», comentan los progenitores.

Como ya sucediera en enero, la familia Flores Martí ha contado con la colaboración ciudadana para encontrar a Sara. En esta ocasión, fue una pareja la que alertó a la familia de su paradero. Además, los vecinos de Carcaixent también se están haciendo eco de la situación y los últimos días lucía en el municipio una pancarta exigiendo al acusado que devolviera a la menor.

Esta última espantada es la más duradera, con casi 20 días, de las numerosas que ha realizado la joven desde que sus progenitores se opusieron a esta relación, pues él tienen 20 años y ella 13. Curiosamente, Sara desapareció tras convivir durante unos meses con sus padres y recuperar la normalidad. La orden de alejamiento de 500 metros que se le impuso al muchacho ayudó en parte, hasta que el joven la quebrantó y consiguió su propósito.

Las primeras huidas que la muchacha protagonizó para encontrarse con su pareja duraban pocos días. Llegó incluso a escaparse por la ventana del primer piso de su vivienda cuando sus padres cerraron la puerta con llave para que no escapara. La fuga más destacable tuvo lugar el 28 de enero, cuando estuvo unos 12 días fuera de casa hasta que unos testigos afirmaron haberla visto en Alberic. Los padres de Sara también han tenido muchos problemas con el joven, quien, según explican, les ha amenazado en numerosas ocasiones y les llegó a romper el coche.