La polémica entre Alzira y Carcaixent sobre qué localidad introdujo el cultivo de la naranja se quedará aparcada durante los actos que el ayuntamiento alcireño celebrará el año que viene para conmemorar los 500 años que han transcurrido desde que se documentó la existencia del primer naranjo. El consistorio carcaixentino quiere ahora orillar viejas rivalidades. El alcalde, Paco Salom (Compromís), ha dado la bienvenida a esa efemérides y espera que el cumpleaños sirva para «recuperar el dinamismo de la naranja en la comarca».
El gobierno alcireño, liderado también por Compromís, quiere sacar partido a la documentación del primer naranjo décadas después de que Carcaixent celebrara, en 1981, el bicentenario del cultivo citrícola. Ese deseo habría generado crispación en el pasado dada la rivalidad entre ambos municipios, que se disputaban ser los pioneros de la citricultura. Pero los recelos vecinales han entrado en un declive parejo al que ha sufrido el propio negocio de la naranja.
De hecho, el consistorio de Carcaixent aboga por las buenas relaciones entre los municipios de la comarca: «Da igual que Alzira promueva ese acto, como si lo hiciera Algemesí o cualquier otro pueblo de la Ribera, lo importante es que aprovechemos esa efemérides para conseguir que el cultivo de la naranja recupere su esplendor», apunta el primer edil. Salom cree que este tipo de conmemoraciones podrían ayudar a mejorar la delicada situación que sufre el sector citrícola: «A partir de este tipo de actividades, tienen que nacer nuevas iniciativas que nos hagan reflexionar sobre cómo está el sector en la actualidad y cómo podemos cambiarlo para que la naranja recupere el dinamismo que la caracterizaba», remarca el alcalde.
Ante todo, hermandad
Si hay una cosa que en Carcaixent tienen clara es que cada municipio conmemora cosas diferentes: Uno celebra la primera aparición de un naranjo en la comarca, mientras que el otro habla del primer huerto de estos cítricos destinado al comercio. Fin de la discusión. El objetivo que les une es devolver el esplendor a la fruta valenciana y revitalizarla como motor económico: «Si tenemos que estar en Alzira celebrando la bienvenida de aquel primer naranjo, estaremos. Lo importante es que trabajemos juntos y si entre todos logramos que estos actos y los que estén por venir tengan su repercusión entre los agricultores de naranja de la comarca, será perfecto», sentencia Salom.
