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El artista cree que las quejas hacia el mural con el escudo en el pubis son «retrógradas»

Espinar destaca que la dueña de la casa autorizó el boceto y pidió que se le vieran los pechos pero que no apareciera toda desnuda

El artista cree que las quejas hacia el mural con el escudo en el pubis son «retrógradas»

Toni Espinar, autor del mural pintado en una esquina de la calle Salvador Enguix, tildó ayer de «retrógradas» las quejas generadas por haber colocado el escudo de la ciudad en el pubis de una mujer. Espinar remarcó que él «no tenía intención de hacer ningún daño a nadie» y que el objetivo de pintar esa figura era «criticar el maltrato que ha sufrido el pueblo a lo largo de los años».

«Después de tantos años pintando me sorprende que se saque una polémica de una cosa así. Este mural está hecho con mucha sensibilidad», aseguró Toni Espinar. El artista destaca que la propietaria de la casa dónde iba a pintarse el mural «ratificó mi idea de la pintura». «En un principio iba a taparle los pechos también, pero la ama de la casa me dijo que los dejase así, como los ideales de belleza clásicos», testificó.

La protagonista del mural se basa en el cuadro «La fuente» del pintor francés Jean Baptiste Dominique Ingres. «Le añadí a la figura femenina lo que me transmitía la canción del cantautor Ona Nua sobre Alzira. La pinté bella pero visiblemente maltratada, como alegoría a los episodios que ha sufrido nuestra ciudad y como sigue resistiendo tras el paso de los años», explicó Toni Espinar. «Alzira no es todo traques i bunyols, se tiene que recuperar nuestra historia y recordarla para que no se pierda en la memoria», añadió.

La polémica de este mural la aventó el Partido Popular de Alzira, para el que la pintura «ofende los sentimientos de una parte importante de la ciudadanía» y no es respetuosa con las normas de protección del barrio histórico de la Vila. El autor del mural desveló ayer que cuando estaba pintando la obra en la pared de la calle Salvador Enguix se le acercaron dos policías que le pidieron explicaciones sobre su actuación. Tras contarles que tenía el permiso de la propietaria del inmueble para ejecutar la obra, los agentes dieron el visto bueno para que siguiese con sus tareas». Toni Espinar recordó que se trata de una actividad enmarcada dentro de una iniciativa de la asociación de artistas plásticos de la ciudad con la que ha colaborado el consistorio con motivo de las fiestas patronales.

Los motivos de Espinar

«No se trata de una cosa ofensiva, sino decorativa. Tengo 42 años y en mi cultura no se ve como una ofensa», recordó Espinar. «Para no dejar el pubis al aire, le puse el escudo de Alzira, igual que lo he hecho con tatujaes en otros murales que he pintado en la ciudad», precisó. El autor se mostró «sorprendido» del revuelo que ha generado su obra y denunció que «en el fondo, hay gente a la que no le interesa que el pueblo piense».

«Yo no pinto para decorar, pinto con una intención: para hacer reflexionar a la gente». Toni Espinar es un muralista reconocido en Alzira que ha trabajado en el área de Patrimonio y actualmente tiene diversos proyectos internacionales. Acaba de regresar de Bristol, donde ha participado en un festival de arte urbano y tiene planes futuro en Suiza. «Estoy contento que me llamen para trabajar en Alzira, siempre da gusto hacer lo que te gusta en tu tierra. Hay muchas cosas por las que luchar en casa y esta polémica oculta los verdaderos problemas de la localidad», zanjó el artista.

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