Los Juegos Olímpicos de Río van a poner en el foco mediático un buen número de prácticas deportivas que normalmente no gozan de protagonismo y, por lo tanto, quedan al margen del seguimiento de las masas. Sin embargo, y a pesar de que el fútbol es considerado en este país como el deporte rey, cientos son los ejercicios que cada semana se practican en todos los pueblos, también de la comarca. A las carreras a pie que se han expandido de forma espectacular con circuitos en la mayoría de las localidades, le siguieron con el tiempo las carreras de trail por la montaña. A los triatlones que se empezaron a popularizar en los años noventa lo enriquecieron después duatlones de diferentes características. Los deportistas siempre son ávidos en la innovación para encontrar las más rocambolescas posibilidades para demostrar su habilidad. Lo último que también se está popularizando a marchas forzadas son las carreras de obstáculos. Antella y Sueca han vivido ya ediciones de carreras en las que se citan valientes deportistas que superan retos como el arrastre de ruedas de camión, la competición por dentro de acequias o la superación de muros o barras de hierro. Son competiciones tan duras como bonitas.

Y simplemente son competiciones, porque de momento el Consejo Superior de Deportes (CSD) de España no ha aceptado su consideración como deporte. Eso sí, lo está evaluando. Y lo está haciendo sobre todo por la movilización de diferentes personas y asociaciones (no clubes, de momento) entre los que se encuentran los Sherpartanos de Algemesí. Jesús Manzanera y Óscar Casas son dos de sus integrantes. Dos personas que vienen de diferentes mundos deportivos pero que han encontrado en las carreras de obstáculos una oportunidad de llevar el cuerpo al límite (ese extraño placer que algunos y algunas experimentan) mientras se divierten con los amigos y disfrutan con paisajes naturales esplendorosos.

Otros países ya han aceptado las carreras de obstáculos como disciplina deportiva pero en España empezaron a difundirse a partir de 2014. Su expansión, en cambio, ha sido sorprendente. Hoy existen ya ligas a nivel valenciano y competiciones en varios rincones del territorio estatal, con la participación de miles de personas en varias categorías, tanto la élite como la amateur. Y es que las carreras de obstáculos también se pueden emprender desde el mundo aficionado, sin las exigencias del reloj. Los élite están obligados a completar todas las pruebas, por duras que sean. No así, los aficionados. En la Ribera existen asociaciones similares a los Sherpartanos en Cullera y Carcaixent y el castellonense Martí Navarro Plazas es una auténtica institución a nivel español, con victorias en algunas de las más complicadas citas.

La importancia de la consideración de deporte por parte del CSD llace en la posibilidad de crear un club y a partir de ahí gestionar ayudas y engarzar campeonatos con mayor estructura organizativa. También gestionar los socios. En Algemesí son ya 42.