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La Pobla alerta al Gobierno: «Queremos pagar el crédito, pero no podemos»

La alcaldesa pide alternativas al no disponer de los 150.000 ? de la cuota del plan de proveedores

La Pobla alerta al Gobierno: «Queremos pagar el crédito, pero no podemos» v. m. p.

La falta de liquidez asfixia al Ayuntamiento de la Pobla Llarga. El municipio no puede hacer frente a la próxima cuota trimestral del préstamo derivado del plan de pago a proveedores que asciende a cerca de 150.000 euros. Por ese motivo, la alcaldesa, Neus Garrigues, se reunió el martes con el subdelegado del Gobierno, Juan Carlos Valderrama, para analizar la situación municipal y estudiar cauces de colaboración que permitan al consistorio afrontar este pago que se debería cargar en su cuentas el próximo 28 de agosto. En la reunión, Garrigues dejó claras las intenciones del consistorio: «Nosotros queremos pagar, pero no podemos».

La coyuntura económica del Ayuntamiento de la Pobla Llarga es delicada. Prueba de ello es la negociación que la alcaldesa pretende abrir con el Gobierno central ante la imposibilidad de afrontar el inminente recibo de la línea de crédito del plan de pago a proveedores. «El ayuntamiento no tiene dinero en efectivo suficiente», manifestó la alcaldesa, «de ahí que hayamos visto la necesidad de reunirnos con el subdelegado del Gobierno para explicarle nuestra particular situación financiera».

Garrigues manifestó a Valderrama la firme decisión del ayuntamiento de hacerse cargo del préstamo: «En todo momento le hemos dejado claro que nosotros queremos pagar, pero como no podemos, necesitamos ayuda, así que estudiaremos una posible solución o cualquier tipo de alternativa para no desatender nuestras obligaciones», explicó la munícipe.

Necesidad de refinanciación

Este primer año de gobierno socialista se ha visto condicionado por las numerosas deudas que tenía contraídas el consistorio: «Desde que llegamos a la alcaldía lo único que hemos hecho ha sido pagar», explicó Ximo Vidal, concejal dePromoción Económica y Empleo. «El ayuntamiento tenía más de 5 millones de pagos pendientes entre multas, sanciones y deudas con entidades bancarias y, tras la auditoría del año pasado, salió a la luz otro millón».

Tanto a finales del año pasado como al inicio de este, el ayuntamiento se ha dedicado a hacer frente a una parte de estos adeudos, que según el propio Vidal «no podían aplazarse más». De hecho, el concejal señala que entorno al «25 % del presupuesto del consistorio se destina a cubrir préstamos y demás». Ante tal situación, «está claro que tenemos un problema de tesorería porque no podemos hacer frente a ese pago de agosto, septiembre y octubre, pero seguramente tampoco podremos pagar en noviembre», manifiesta Vidal.

El edil también ha expresado su disconformidad con algunas decisiones del gobierno anterior: «El PP recurrió a un plazo de carencia de un año para no hacer frente a los pagos, además de presentar una documentación para la línea de crédito del plan de pago a proveedores que, presuntamente, es irregular ya que certificaba que no existían facturas fuera de presupuesto que, a posteriori, se ha visto que sí estaban en los cajones; por ese motivo este ayuntamiento necesitan una refinanciación base a datos reales», sentenció Vidal.

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