El 56 % de los jóvenes que en 2015 iniciaron un tratamiento de desintoxicación del alcohol en el departamento de Salud de la Ribera apenas tenían entre 11 y 14 años cuando empezaron a beber. Las personas que se inician con 12 años en el consumo de alcohol tienen un 20 % de probabilidades de abusar de esta sustancia cuando son adultos, 15 puntos más que las que se inician a los 21, según indican fuentes del área de salud. El 47 % de los pacientes que comenzaron un tratamiento por abuso o dependencia del alcohol en el último año en el Hospital Universitario de La Ribera comenzaron a beber entre los 15 y 18 años.

Los especialistas alertan del peligro que comporta empezar a beber a una edad temprana para el desarrollo de la persona. «Esto es especialmente preocupante si tenemos en cuenta que el cerebro de una persona alcanza su plena maduración a los 25 años», explica María Calatayud, psicóloga de la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) de La Ribera. Esta falta de desarrollo de determinadas zonas del cerebro puede incrementar el fracaso escolar entre los jóvenes que consumen alcohol a unas edades tempranas. «El consumo de alcohol tiene una incidencia directa en los problemas de memoria-aprendizaje, por lo que puede afectar al rendimiento escolar», apostilló la especialista.

El alcohol es la droga social por excelencia, junto con el consumo de tabaco. Esta sustancia es más peligrosa cuanto antes se inicia su consumo y más se bebe, ya que provoca adicción en sus consumidores. La ingesta de bebidas espirituosas tiene importantes repercusiones para la salud, según alertan desde la UCA. El consumo de alcohol en los jóvenes tiene la singular característica de ser un consumo esporádico, especialmente los fines de semana. Esta sustancia se ingiere en grandes cantidades en pocas horas, lo que puede afectar negativamente al desarrollo de las personas. «Todas medidas son pocas para prevenir este patrón de consumo propio de los jóvenes y siempre teniendo en cuenta que está prohibido el consumo de alcohol en menores de 18 años», recuerda la psicóloga del Hospital de la Ribera.

El Departamento de Salud de La Ribera recomienda seguir una serie de normas para evitar la adicción al alcohol. «Hay que controlar que el uso y la frecuencia sea ocasional y moderado, especialmente entre las chicas jóvenes, ya que el alcohol afecta de forma más acusada a las mujeres. También hay que intentar empezar la noche bebiendo lo más tarde posible y evitar mezclar diferentes bebidas alcohólicas, bebiendo lentamente y saboreando. La ingesta de alcohol con el estómago vacío puede agravar los efectos. Finalmente, si se bebe, hay que tomar bebidas con una graduación baja y alternarlas con otras sin alcohol», recomienda la psicóloga de la UCA.

Los botellones son la fuente más rápida para alcanzar el estado de embriaguez, ya que se bebe más rápido y en más cantidad de lo que el cuerpo humano es capaz de alcanzar. Los especialistas señalan que es importante «saber rechazar las copas y evitar la ingesta de alcohol, porque cualquiera puede volverse adicto a ella y en todas las edades produce daños en nuestro cuerpo».

Los botellones también son fuente de peleas entre jóvenes, ya que el alcohol altera la conducta de las personas y un foco de contaminación acústica y residual para los vecinos que los sufren. En época estival, los botellones se suelen trasladar de las calles de los pueblos y ciudades a las playas. Esto ocasiona que los servicios de limpieza retiren cada noche, especialmente los fines de semana, una gran cantidad de botellas de las costas de La Ribera.