L'Estany de Cullera se convirtió ayer en el centro de atención de muchos vecinos de la Ribera con la celebración del «Concurso de Pesca a l'Hamot». Éste viene organizándose desde hace 52 años promovido por la Sociedad Local de Pescadores Deportivos, una tradición que lo convierte en el concurso más antiguo de la provincia de Valencia. Este año se impuso Salvador Talens en la categoría absoluta con un total de 54 capturas y un peso de 9,8 kilos. La mayor pieza la capturó Vicente Bertomeu con un ejemplar de lisa de 875 gramos. En categoría juvenil se proclamó ganador Ismael Gonzales con 1,8 kg en total. El concurso contó con 24 participantes que sacaron de l'Estany 40 kilos de pescado.
Se trata de un concurso único por sus características que se inicia con un tradicional almuerzo, este año celebrado en el restaurante Casa Picanterra, al que acuden los organizadores y las autoridades locales. Allí se monta la infraestructura, tanto para las inscripciones como el almuerzo, así como el posterior pesaje de las piezas capturadas y la entrega de premios.
Cada año participan los miembros de la sociedad deportiva, así como aficionados a la pesca de toda la provincia de Valencia e incluso llegados de todo el estado español, que quieren aprovechar su estancia a estas tierras para poder pescar en un lugar tan especialmente atractivo y emblemático cómo es el de l'Estany de Cullera.
Este concurso se inicia a las 7 de la mañana con el disparo de un cohete que viene a marcar el comienzo de la actividad pesquera y que empieza con la entrada de los pescadores a sus barcas valencianas. Los responsables de la organización se dedican a suministrar a los participantes todo lo que necesitan para pasar una mañana agradable. Pasean lago arriba y lago abajo para ofrecer a los participantes bebidas y comida que les permita aguantar las cinco horas largas en las que tendrán que permanecer en su barco.
El lugar denota calma y, según los mismos pescadores, es tan solo comparable con el cielo. El silencio está presente, tan sólo roto por las opiniones de algunos aficionados que siguen el transcurso del concurso desde las orillas.
Uno de los momentos más intensos es el que se vive con el paseo de la imagen del patrón, San Andrés, por las aguas del lago acompañado por una comitiva de músicos y los propios miembros de la Asociación de Pescadores Deportivos. De esta forma, el santo acude a cada rincón del embalse natural para dar su bendición a los pescadores.
El concurso finaliza con el cohete que se lanza a las 12 de la mañana. A partir de ese momento, los concursantes dejan de pescar y empiezan a recoger sus aperos para preparar el pescado en las redes que a tal efecto ha repartido la organización, y esperan a salir de su embarcación para acercarse al pesaje de las piezas que han capturado durante la mañana.
Los guardas del lago, junto con miembros de la organización se encargan de ir «barquet a barquet» recogiendo el pescado que han conseguido capturar los participantes. Poco a poco, la zona empieza a congregar una gran afluencia de público, familiares, amigos, vecinos y, sobre todo, curiosos que se acercan al lugar en el que se celebra el concurso para asistir a uno de los momentos mágicos del campeonato.
El «Concurso de pesca al Hamot» que se celebra en l'Estany de Cullera se está convirtiendo en un atractivo más de la oferta turística de la localidad, y no sólo por el concurso, sino también por la majestuosidad del lugar, único por su belleza, y emblemático en toda la Comunidad Valenciana.
