La superficie cultivada de granados creció el último año un 23 % en la Ribera. La Cooperativa Agrícola de Algemesí (Copal) es la pionera en la producción de este frutal en la comarca. La Copal produce actualmente alrededor de 800.000 toneladas de granadas. El gerente de la cooperativa, Miguel Ángel Catalá, espera alcanzar una producción de dos millones de toneladas en los próximos años.
El granado entró en la Ribera hace unos años como alternativa a la crisis casi crónica de los cítricos. En los últimos años está creciendo a causa de la demanda que hay en Europa de granadas. «Los principales clientes son Alemania y Francia», apunta Bernardo Ferrer, vicepresidente de AVA-Asaja. La Copal decidió abrir el abanico de mercados con esta variedad. «La granada no tiene tanta potencia como el caqui, pero somos pioneros y siempre hemos apostado por la búsqueda de variedades alternativas a los cítricos que tuviesen un buen espacio en el mercado. Este posicionamiento nos ha permitido aumentar en los últimos años la producción de granadas», explica Catalá.
El cultivo de granados no se ha extendido tanto como el de caquis, pero sí que es notable su repunte debido a la creciente demanda por parte de los consumidores. «Antes la granada tenía un valor residual y se consumía como fruta. Ahora, con las nuevas modas el consumo es diferente y se apuesta por los zumos, lo que nos permite incrementar el cultivo de variedades como las que trabaja la Copal para este fin», asegura Ferrer.
Las variedades en las que se ha centrado la producción de granadas de la Copal son las extratempranas y la Wonderful. Esta última se trata de la fruta de campaña. Estos tipos tienen un color rojo intenso muy característico. «Los clientes buscan este tono, por eso no hemos apostado por la mollar», relata el gerente de la cooperativa de Algemesí. «Estas nuevas variedades tienen una gran demanda por la nueva moda de hacerse zumos naturales de granada. Esta fruta, además del color, tiene propiedades antioxidantes, cardiovasculares y evita el envejecimiento. Todas estas características se amoldan al nuevo tipo de dietas que están de moda en estos momentos», afirma el vicepresidente de AVA.
Este cambio varietal propuesto desde la Copal pretende buscar nuevos nichos de mercado y así no agotar el «boom» del caqui. «Queremos revalorizar los campos de nuestros agricultores con nuevos productos que gustan en el mercado y que no han sido explotados en grandes cantidades. De esta forma podemos evitar una saturación y aumentar nuestros beneficios», asegura Catalá.
Una pionera en el sector
La Cooperativa Agrícola de Algemesí fue la primera en la Ribera que apostó por el granado, un cambio varietal que se ha podido conseguir por las campañas de incentivación de la producción entre sus socios. «Hemos ayudado y seguimos ayudando a los agricultores para realizar el cambio varietal a través de programas operativos y de una ayuda en la financiación. También hemos elaborado estudios de las variedades de granados que ofrecemos para que los labradores puedan escoger las que más se acomoden a su cultivo», concluye el gerente de la cooperativa.
