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«La banda es un diamante en bruto del que se puede sacar mucho»

«La banda es un diamante en bruto del que se puede sacar mucho»

Ramon García i Soler (1971) es el nuevo director de la Banda Simfònica d'Alzira. El maestro, nativo de Atzeneta d'Albaida, toma el relevo en los mandos de la agrupación tras 22 años en los que la dirección ha corrido a cargo de Ángel Crespo. Llega con ganas e ilusión y con la idea de iniciar nuevos proyectos. Entre ellos, se plantea el desafío de preparar a una plantilla de jóvenes músicos para que dentro de unos años la agrupcación pueda presentarse al Certamen Internacional de Bandes de València. Ganas de trabajar no le faltan.

¿Cómo afronta esta nueva experiencia en la Banda Simfònica d'Alzira?

Cojo este puesto con mucha ilusión. Tengo muchas ideas en mente y creo que esta banda es un diamante en bruto y se puede sacar mucho de ella con trabajo. Me sentí muy orgulloso cuando me enteré que el 90 % de los músicos que votaron me eligieron a mí. Este camino ha empezado muy positivo desde el principio.

¿Cómo ve a la banda después del primer concierto como director titular, en el Festival de Bandas de Sant Bernat ?

Los músicos se adaptaron rápidamente a mi metodología y creo que ese concierto fue el principio de una nueva etapa de la Simfònica. Estoy muy contento con la actuación que se hizo.

Con lo visto hasta ahora, ¿qué puntos fuertes cree que tiene esta banda?

He visto una respuesta positiva por parte de los músicos a mi metodología de trabajo. Esta agrupación tiene mucho potencial, pero sin trabajo no se conseguirá sacar. Además, la gente tiene ganas de reconducir la agrupación y viene con muchas ganas de trabajar.

Y la otra parte de la balanza. ¿Qué debilidades encuentra?

La banda está muy enquilosada en la costumbre. Los músicos pierden fácilmente la concentración en los ensayos y resulta difícil mantener la tensión hasta que terminan. Ese punto es fundamental y se debe trabajar. Creo que con nuevos hábitos eso se conseguirá.

¿Y cuál va a ser su táctica para conseguirlo?

Quiero intentar que el músico saque lo que lleva dentro y que sienta lo que está haciendo. Mi objetivo es involucrar al músico en la interpretación. Creo que de esta forma se evitarían los ensayos con poca gente. La meta es conseguir que los miembros que viven en Alzira vengan a trabajar y motivarlos para que no lo hagan como una obligación, sino por gusto. Está claro que la música implica un sacrificio, pero al final todo el trabajo se hará a gusto.

Para involucrar a los músicos necestará ideas nuevas, por ejemplo seducirles con un repertorio interesante.

El objetivo es hacer conciertos monográficos y temáticos. Dedicar una actuación a la música del cine, inspirada en el espacio, etc. También he propuesto a la junta directiva de la Societat Musical d'Alzira traer al cantautor Andreu Valor para hacer un nuevo formato de concierto. Esto animará y cambiará la rutina a la hora de trabajar los ensayos. Otra idea que tengo es por ejemplo que, en el concurso de pasodobles que se celebra en conmemoración del 9 de octubre, podamos interpretar piezas características valencianas, además de la primera parte que se dedica al concurso.

Y por último, ¿qué retos de futuro se propone?

Quiero que los músicos rompan con la rutina que llevaban de conciertos y ensayos. Mi meta es conseguir una banda rejuvenecida y diferente, que tenga ganas de trabajar y se ilusione con las actuaciones, que no les pareza una penúria cada concierto ni cada ensayo por la noche. Para eso, todos necesitamos poner de nuestra parte y seguro que conseguiremos hacer grandes actuaciones todos juntos. Por lo pronto, tenemos que preparar el concierto en el Palau de les Arts de València del 13 de noviembre, donde estrenaremos la obra «Planet Sedna». Una pieza de música etérea, compuesta por Guillermo Ruano.

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