El Consorcio de la Ribera complementará los tratamientos que viene realizando desde el mes de abril contra la mosca negra y el mosquito tigre con la instalación de cajas-nido para murciélagos a lo largo de prácticamente todo el cauce del Xúquer. Se trata de una de las propuestas de mejora que ofertó en su momento la empresa que está realizando los tratamientos del plan de control de vectores, al que se han adherido 34 municipios de la comarca, y que el consorcio ha decidido aceptar ya que los quirópteros son unos grandes depredadores de insectos. La propuesta valora que al tiempo que ayudan a controlar la población de mosca negra, principalmente, y de mosquito tigre, esta iniciativa favorece la repoblación de especies de murciélagos presentes en el Xúquer que se encuentran en peligro de extinción. Se trata de una iniciativa cuyos resultados tardarán en llegar ya que los murciélagos se toman su tiempo, años, en ocupar este tipo de cajas-nido.
La iniciativa cuenta ya con precedentes en Alzira, donde el ayuntamiento encargó a principios del año pasado a la empresa local la Granja dels Bitxos, especializada en la fabricación de nidos para aves y quirópteros, la instalación de tres cajas-nido en el río, y también en Sueca, pero la propuesta de Laboratorios Lokímica plantea una actuación mucho más ambiciosa al abarcar prácticamente todo el cauce del Xúquer a su paso por la Ribera, casi desde Tous a Cullera.
«Se instalarán en puntos críticos del río aprovechando puentes donde los nidos están más protegidos, pero falta concretar el número y la ubicación exacta», explicó ayer Rubén Bueno, director técnico de la empresa en la zona, aunque dejó claro que los murciélagos se contemplan como «una herramienta de apoyo, pero la base seguirán siendo los tratamientos con larvicidas».
El informe presentado por la empresa al Consorcio de la Ribera para argumentar la propuesta incide en la gran voracidad de los quirópteros que, según expone, se alimentan de una gran variedad de insectos voladores «y son capaces de ingerir elevadas cantidades de alimento, llegando al 80 % e incluso el 100 % de su peso en una sola noche de caza», según la especie.
Mayor ingesta en verano
«Además -incide-, la época de mayor ingesta de insectos es durante la maternidad y lactancia de las hembras, lo que coincide en los meses de verano, cuando también hay una mayor cantidad de insectos», subraya el informe, mientras expone que la presión del hombre ha provocado la desaparición de muchas colonias de murciélagos por lo que actualmente se trata de un mamífero protegido y varias especies se encuentran incluso en peligro de extinción.
La empresa recuerda que los ríos son utilizados de forma natural por los quirópteros como corredores verdes y representan además «un área excepcional de campeo para muchas especies fisurícolas candidatas a ocupar las cajas-nido», señalan los técnicos de Lokímica. También inciden en que esta iniciativa, además de ayudar a disminuir las poblaciones de mosca negra, «podría favorece las poblaciones de dos especies de quirópteros presentes en el Júcar y en peligro de extinción: el murciélago patudo y el murciélago de ribera».
«Teniendo en cuenta que los quirópteros son depredadores generalistas que se alimentan en función de la predisposición de la presa y su tamaño y que en nuestro territorio el murciélago patudo no parece estar especializado y caza directamente en la superficie del agua, se podría aventuras que los simúlidos (mosca negra) forman parte de su dieta», expone el informe.
