Tras los meses de verano y la agitada contratación de los negocios turísticos, la situación del empleo en la comarca refleja una cierta estabilidad. Los últimos datos publicados ayer por el Servef revelan que el número de parados se mantiene a finales de septiembre prácticamente igual que al último día de agosto. Concretamente, se ha pasado en este periodo mensual de 25.256 a 25.242 demandantes de trabajo, por lo que la reducción es de tan sólo catorce personas. En términos interanuales, no obstante, se refleja una mejora considerable ya que hay casi tres mil desempleados menos que en 2015 por estas mismas fechas.
Este año está marcado por la estabilidad y la rigidez en lo que a la situación laboral se refiere. Desde que en enero la comarca se situara en los 25.244 parados, durante todo el año ha rondado siempre esas cifras, en torno a los 25.000 con ligeras variaciones tanto a la alta como a la baja. Tan sólo se descendió de esta cantidad una vez, en julio, cuando se situó el número de desempleados en 24.743.
El mes de septiembre continuó esa tendencia y se registró un descenso en las listas de inscritos al Servef de únicamente 14 personas en toda la comarca con respecto al mes de agosto. Al finalizar septiembre la Ribera tenía 25.242 parados, frente a los 25.256 del mes anterior.
Cabe destacar dos factores importantes en estas últimas estadísticas publicadas. Uno de ellos es la dualidad que se refleja en el sector servicios entre ambas comarcas. La Ribera Alta ha reducido de forma considerable el número de parados de este sector en un mes, tras pasar de los 11.417 a finales de agosto a los 11.275 del último día de septiembre. La situación ocurre de manera inversa en la Ribera Baixa, ya que ha aumentado los desempleados de este sector, pasado de los 4.258 a los 4.666 en un mes. El final de la temporada estival en la zona litoral se deja ver en los registros, que reflejan la vuelta de la actividad a las localidades de interior.
El otro dato a destacar es la reducción de los parados del sector agrícola en la Ribera Alta, pasando de los 1.724 a los 1.508. La llegada de septiembre implica el regreso del empleo en los campos, almacenes y cooperativas de la comarca ante el inminente arranque de las campañas de las diferentes frutas que se cultivan. Por lo que es necesaria la mano de obra para su producción.
En lo referente a las principales localidades, Cullera experimenta un aumento considerable del número de parados entre agosto y septiembre, tras pasar de 1.665 a 1.958, casi tres centenares de personas más. Sueca también se ha visto perjudicada ligeramente, ya que los 2.377 desempleados de finales de verano se han incrementado hasta los 2.466 del pasado mes. Por otra parte, se aprecian descensos en Alzira, Carcaixent, Algemesí o Carlet, pero de manera muy reducida. Sin ir más lejos, la capital la Ribera Alta cuenta con sólo cuatro parados menos mientras que la reducción de Carlet es de trece personas.
