Corbera no podrá celebrar hoy uno de los actos programados en su Castell con motivo de la festividad del 9 d'Octubre. La Diputación de Valencia ha prohibido al ayuntamiento que se realice la subida al recinto amurallado, como se viene haciendo en el último lustro por estas fechas, al considerar que estaba en riesgo la seguridad de los vecinos ante posibles desprendimientos debido al estado de deterioro que presenta la fortaleza medieval tras décadas de abandono. Las grietas de los muros que todavía se mantienen en pie son bien visibles y muchas paredes están descarnadas. Sin embargo, la restauración, tantas veces prometida, sigue demorándose. De hecho, ni siquiera está programada.
«L'Ajuntament de Corbera informa que se suspén la pujada al Castell de dissabte 8 d'octubre. Per motius de seguretat, la Diputació de València no autoritza, com altres anys, la pujada al Castell. Disculpen les molèsties». Con este mensaje, el consistorio anunciaba ayer la cancelación por parte del ente provincial del acto que estaba programado para esta misma mañana y que los vecinos esperaban con ganas.
Buena parte de la población, e incluso el propio alcalde, han acogido la prohibición con cierta perplejidad: «Nos ha sorprendido mucho porque jamás habíamos tenido problemas en este asunto concreto, la diputación nunca nos había puesto pegas para subir al castillo en años anteriores», subraya Vicedo. De hecho, el alcalde destaca las fuertes medidas de seguridad que se toman cada año para realizar esta actividad, que considera no ponía en riesgo a nadie: «Se nos requería un seguro, organizábamos grupos de voluntarios, se llamaba a una ambulancia para que estuviera cerca, se acordonaba la zona debidamente... Luego el técnico de la Diputación venía, lo comprobaba, y daba su autorización», explica Vicedo.
Pero este año no ha sido así. El cambio del funcionario encargado de evaluar los riesgos ha podido influir. «Cambia el técnico y se cambia también el criterio», interpreta Vicedo. A pesar de ello, el alcalde remarca en la ausencia de incidentes hasta ahora: «Llevábamos cinco años haciendo esta subida al castillo y nunca ha pasado nada, jamás hemos tenido que lamentar heridos ni nada por el estilo, pero eso parece que no ha valido como argumento; nosotros hemos intentado hasta el final que nos dejaran hacerlo».
Demasiados años de espera
No obstante, Vicedo reconoce que el estado del Castell de Corbera dista bastante de lo que el consistorio desearía: «El edificio está en ruinas, eso lo sabemos todos, no viene de nuevo, su estado de deterioro hace que algunas zonas sean muy inestables y está claro que necesita una mejora urgente», manifestó. Al mismo tiempo, recordó que su estado no depende de la administración local: «El castillo es de la diputación, son ellos los que tienen que acometer las labores necesarias para restaurarlo o al menos para dar seguridad a la zona». Con todo, según el alcalde, «llevamos años escuchando promesas que nunca se concretan y la situación empeora lentamente», sentenció.
El castillo de Corbera es, junto al Castell de Cullera, la única fortaleza de origen árabe de la Ribera Baixa aunque a diferencia del recinto de la ciudad costera, el ayuntamiento corberano nunca ha podido aprovechar el atractivo turístico de su patrimonio al no disponer de financiación suficiente para restaurar el conjunto arquitectónico. Es más, ni siquiera ha podido minimizar el riesgo de desprendimientos pese a tratarse de un monumento que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1997. De hecho, el acceso al castillo se prohibió hace cuatro años por el riesgo de derrumbes. Esta circunstancia ha generado no pocas quejas ciudadanas y de visitantes que pretendían recorrer el recinto.
