El creciente número de incineraciones también ha iniciado el debate entre si se deben de permitir o no el esparcimiento de cenizas. En este aspecto, los abogados de la compañía de seguros y servicios de defensa jurídica Legálitas advierten de que esparcir las cenizas mortuorias en algunas zonas de la costa de España puede conllevar una multa de hasta 750 euros. Por este motivo, se aconseja contratar a empresas que tengan autorización y cumplan todos los requisitos para realizar estos servicios mar adentro. «Nuestra tripulación reúne todos los requisitos legales y las condiciones necesarias para realizar esta ceremonia con la seriedad y sensibilidad que requiere el momento y respetar al máximo el medio ambiente. Sin embargo, como en cualquier otro sector hay quienes no cumplen con la legalidad y realizan este servicio en pequeñas embarcaciones de recreo de un modo discreto, saltándose la normativa y los requisitos medioambientales», se lamenta el gerente de Cenizas en el Mar.
Cullera, por su proximidad al mar, podría ser un sitio idílico para lanzar las cenizas de los difuntos al mar, sobre todo ante el aumento de la solicitudes de incineración tras la apertura del horno crematorio en el municipio ribereño por la funeraria Mémora. Sin embargo, no se tiene constancia de esta actividad. En este aspecto, la funeraria se ciñe a entregar las urnas con las calcinaciones a las familias o a facilitarles el trabajo si tienen que abrir algún nicho o si desean hacer uso del columbario del cementerio para depositar las cenizas.
