El Ayuntamiento de Alzira no contará con ayuda de la Generalitat para convertir el antiguo lavadero de l'Alquerieta en un museo sobre la República y la Guerra Civil. El proyecto presentado para acogerse a la convocatoria de ayudas realizada por la Conselleria de Justicia, Reformas Democráticas y Libertades Públicas para proyectos de recuperación de la memoria histórica ha superado la puntuación mínima requerida, pero se ha quedado sin fondos al repartir la Administración autonómica los 80.000 euros de la convocatoria dirigida a ayuntamientos y mancomunidades entre los doce proyectos que habían logrado las puntuaciones más altas.
Por delante de Alzira ha quedado la propuesta del consistorio de la Pobla Llarga en recuerdo y memoria de los vecinos víctimas del régimen, a la que tampoco llegarán fondos de la conselleria. Sí recibirá una pequeña ayuda de la conselleria en la línea abierta a entidades sin ánimo de lucro la asociación Guadassuar per la República, a la que se han concedido 265 euros por las jornadas republicanas y la exposición conmemorativa.
Alternativas barajadas
Con todo, la vicealcaldesa y concejal de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Alzira, Isabel Aguilar, confirmó ayer que la decisión de convertir el lavadero en un espacio museístico es firme y que el proyecto se desarrollará el próximo año con recursos municipales. «Sigue adelante», resumió Aguilar.
La restauración del lavadero de l'Alquerieta fue una de las actuaciones que el ayuntamiento incluyó en su día en el Plan Confianza o Plan Camps aunque, tras diversas vicisitudes, las obras no finalizaron hasta el pasado mes de abril. Se trata de un edificio que fue inaugurado por el último alcalde republicano de Alzira, Francisco Oliver, en el año 1937, que conserva además en su fachada el escudo de la ciudad con la corona mural propia de la República.
La anterior corporación impulsó la restauración sin tener muy claro el uso futuro que pretendía darle y, de hecho, con los años se han barajado diferentes alternativas que lo contemplaban primero como sede del nuevo Museu Fallera -ubicado finalmente en la Parrilla-, base del centro de BTT o sede de la Asamblea Local de Cruz Roja. La convocatoria de la conselleria que dirige Gabriela Bravo para financiar proyectos de recuperación de la memoria histórica reveló la intención del nuevo gobierno de convertir este espacio en un museo dedicado a la República, época en que fue construido, y a la Guerra Civil, como ya informó Levante-EMV.
La distribución de estas ayudas por parte de la conselleria ha dejado sin fondos a este proyecto del tripartito local, aunque la concejal de Patrimonio confirmó que no se trata de una inversión demasiado elevada que podrá ser asumida con recursos propios. Aguilar explicó en su momento que el proyecto de musealización del lavadero contempla la instalación de paneles divulgativos y la proyección de material audiovisual para ofrecer información de la época en que se construyó el edificio, la Segunda República, y de las características del inmueble.
La concejal alcireña también señaló que el proyecto de musealización no impedirá que se pueda utilizar el antiguo lavadero para la celebración de otros actos culturales, si bien si puede acotar el uso por parte de los vecinos de l'Alquerieta.
