Un 65 % de la basura que hasta ahora entraba en la planta de Guadassuar acababa en el vertedero mientras que apenas se conseguía recuperar en forma de subproductos o compost un 35 %. La entrada en funcionamiento del nuevo centro de tratamiento y selección, en pruebas desde agosto, y la próxima construcción de la nueva planta de compostaje permitirán a la vuelta de año y medio invertir estas proporciones, es decir, reducir a más de la mitad el material de rechazo que hoy acaba en el vertedero y duplicar el volumen de residuos valorizados. El dato lo facilitó ayer el presidente del Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna, Salvador Montañana, en la firma del convenio por el que este ente se compromete a procesar hasta 25.000 toneladas anuales de basura procedentes del consorcio que agrupa a las comarcas de la Costera, la Canal de Navarrés, la Vall d'Albaida y la Safor, conocido popularmente como V-5 o COR, que aún no dispone de instalaciones de tratamiento ni de eliminación de residuos.
Montañana destacó que la entrada de estas 25.000 toneladas implicará que, ya en el primer año, la planta de Guadassuar funcione a pleno rendimiento. El consorcio comarcal ha estimado en 129.537 toneladas la basura que recibirá de los 51 municipios que lo integran -al menos ese es el volumen que ha servido para calcular la tasa de 2017 tomando como referencia la basura generada en 2015- que, junto a la procedente del COR, suman 155.000 toneladas. El también alcalde de Guadassuar señaló que la capacidad máxima de las instalaciones es de 166.000 toneladas, por lo que se deja un «colchón» de margen para imprevistos.
Rentabilizar la instalación
El presidente del Consorcio Ribera-Valldigna incidió en que el hecho de que la planta funcione a pleno rendimiento desde el principio implica que se va a rentabilizar al máximo al servicio de los ciudadanos y que, gracias a la tecnología «más puntera de la Comunitat Valenciana» de la que se ha dotado a la instalación, se podrán recuperar «hasta 20.000 toneladas más de basura al año que hasta ahora iban al vertedero y que ahora se convertirán en subproductos reutilizables y en compost, haciendo realidad la economía circular».
Salvador Montañana detalló que sólo con la entrada en funcionamiento de esta primera instalación se reducirá el volumen de rechazo que acaba en el vertedero del 65 al 48 % y que una vez se construya la nueva planta de compostaje -el proyecto ya cuenta con la licencia ambiental y el plazo de ejecución se ha estimado en un año-, el aprovechamiento de los residuos será incluso mayor.
«El rechazo quedará en un 40 % como máximo, por contrato, aunque creemos que podemos conseguir el reto de bajarlo al 30 % o incluso algo más, lo que quiere decir que en total recuperaremos 93.000 toneladas de basura al año». «Estas cifras convierten a la nueva planta de Guadassuar en la más eficiente del panorama nacional y nos sitúan dentro, por muchos puntos, de los objetivos que nos marca la Unión Europea», apostilló.
El presidente del COR y alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, agradeció que el Consorcio de la Ribera-Valldigna abriera las puertas de su planta a la demarcación vecina y destacó que la proximidad supondrá un ahorro muy importante para el V-5 -por encima de los 400.000 euros en base a los datos que ofreció- ya que esa basura no tendrá que pasar por el área de transferencia de Rótova. Cerdà destacó que la planta de Guadassuar es una instalación «modélica» y abogó porque pueda servir de modelo para las que se construyan en el área del COR.
Aportaciones mínimas en verano
Montañana explicó que, dado que la Ribera y la Valldigna son áreas costeras, el convenio contempla que las aportaciones del V-5 se reduzcan a mínimo en los meses de verano -100 toneladas en julio y ninguna en agosto- para evitar problemas dado el aumento de residuos que llegan en esa época de la zona litoral.
