Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El gobierno justifica el control del aforo en el Gran Teatro «por la seguridad»

Ginestar defiende que hay una norma que cumplir y atribuye a la JLF el reparto de entradas Considera demagógicas las críticas de C's

«La prioridad del ayuntamiento es velar por la seguridad en el Gran Teatro, porque es el responsable último. El año pasado ya se le pidió a la JLF que controlara el aforo y no lo hizo, se superó muchísimo y los pasillos estaban llenos de gente. No hemos de esperar a que haya una tragedia para tomar medidas». De esta forma justificó ayer la concejal de Cultura, Aida Ginestar, la decisión de restringir el acceso a la presentación de las falleras mayores de Alzira, que ha generado todo tipo de reacciones. Era la primera vez y mucha gente no pudo entrar al carecer de invitación. Otros que guardaron cola el sábado por la mañana para hacerse con alguna de las reservadas para repartir en taquilla vieron como se agotaban rápidamente y el consistorio reaccionó al malestar latente instalando una pantalla para que el acto se pudiera seguir en la calle.

La portavoz de Ciudadanos, Mª José Llopis, lamentó la «pésima organización por parte del equipo de gobierno» y exigió explicaciones. «Toda la vida este acto ha sido de entrada libre y nunca ha ocurrido ningún percance», comentó la edil, que considera que instalar una pantalla era un «gasto innecesario». «Con esto sólo han conseguido una panorámica con butacas vacías y un malestar general», agregó.

Ginestar valoró como una «irresponsabilidad» y «demagogia barata» defender que se dejen las puertas abiertas «porque siempre ha sido así» y recordó que hay una normativa que regula el aforo que, en el Gran Teatro, es de 850 butacas. La edil subrayó que se trataba de un acto organizado por la JLF y que fue esta entidad la que distribuyó las invitaciones tras recibir del ayuntamiento 750 en previsión de que se repartieran las otras cien en taquilla. Ginestar recordó que este control ya se aplicó en l'Aplec de Dolçainers y se mantendrá en otros actos con gran afluencia como Santa Cecilia. La edil de Fiestas, Isabel Aguilar, también defendió que la obligación del ayuntamiento es velar por la seguridad independientemente de quien organice el acto.

El presidente de la JLF, Vicent Muñoz, asumió que hay que cumplir la ley y defendió el reparto de invitaciones señalando que había más de 30 asociaciones invitadas -el grueso se entregó a la 35 comisiones de Alzira a razón de 10 por falla- y subrayó que «somos una Fiesta de Interés Turístico Nacional y tenemos que promover visitas de gente de fuera», dijo.

Compartir el artículo

stats