La Ford ocupa al 75 % de los almusafenses en edad de trabajar, motivo por el cual, desde el consistorio, se trabaja codo con codo con la factoría para formar a los jóvenes en el sector.

¿Cómo fomenta el ayuntamiento la formación de los jóvenes en profesiones que puedan tener salida en el polígono?

Hace un año se creó una comisión de estudio para evaluar cuales son los requisitos de formación que deben de tener las personas que quieran incorporarse al mercado laboral en las empresas del sector automovilístico. De este modo podemos enfocar los cursos de formación en función de las necesidades. De hecho, ya hemos conseguido poner en marcha el primer módulo en matricería.

Una oferta formativa en la que las empresas, sobre todo la Ford, tienen mucho que decir.

Por supuesto. Son las empresas las que tienen que decirnos cual es la cualificación y especialización que requieren de los trabajadores, para poder formar a los jóvenes y que, cuando terminen los estudios, tengan un empleo garantizado. Del bajo porcentaje de parados que tenemos, la mayoría no tiene formación, por eso tenemos que apostar por una salida profesional para esta gente. En cambio, alguien con un buen nivel de inglés y alemán tiene prácticamente asegurado un puesto de trabajo.

¿Y no es arriesgado apostar solo por un sector?

Sí que lo es. Y es una de las cosas que más me preocupan, porque la multinacional podría decidir marcharse en un futuro, aunque de momento no lo creo. Ya pasó en Genk, por eso tenemos que recapacitar y estar preparados por si en un futuro no tenemos esa industria. Pero indudablemente nuestro motor industrial es el sector del automóvil, por lo que tenemos que seguir apostando por esa industria, sin olvidar otras vías.