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Especie

Recolectan casi dos kilos de la extraña trufa de Hungría en un campo de Cotes

Un vecino de Alcàntera localiza piezas de hasta 250 gramos en tres días diferentes en una parcela escarbada por jabalíes - Se trata de la misma especie que un agricultor ya encontró en Sumacàrcer

Recolectan casi dos kilos de la extraña trufa de Hungría en un campo de Cotes

La denominada trufa de Hungría (Mattirolomyces terfizioides) parece haberse aclimatado a la Vall Farta. Un vecino de Alcàntera de Xúquer, Toni Benítez, paseaba la semana pasada con sus perros por un camino del término de Cotes cuando una de sus mascotas empezó a oler una especie de piedra blanca en un campo de naranjos. La golpeó con el pie y vio cómo se partía en dos. Recordaba haber leído en Levante-EMV el extraño hallazgo de una trufa en un campo de Sumacàrcer y se detuvo a observar el terreno con curiosidad. «Vi que había otra y otra y otra», relata, y las fue recogiendo hasta acumular en apenas veinte metros cuadrados 1,200 kilos.

Benítez contactó con Fermín García, el agricultor de Sumacàrcer que tras detectar la presencia de esta trufa dulce en su campo se sumergió en el mundo de los hongos, y la sospecha de que podía tratarse del mismo hipogeo se confirmó tras contactar con Rafael Mahiques, miembro de la Sociedad Micológica Valenciana (Somival), que analizó la trufa, relata García.

Estos ejemplares de Mattirolomyces terfizioides se encontraban en un campo escarbado por los jabalíes que, al igual que sucedió en Sumacàrcer, rebuscaban supuestamente atraídos por el olor de este hongo. Benítez explica que regresó al día siguiente y encontró «dos o tres trufas más». «O me las había dejado yo o habían vuelto a escarbar los jabalíes», comenta, mientras señala que al regresar días después junto a García para mostrarle el lugar del hallazgo volvieron a encontrar más trufas. Este vecino de Alcàntera estima en cerca del dos kilos el peso de todos los hipogeos recogidos en este campo de Cotes, el mayor de ellos, el que se partió al darle una patada, de unos «250 gramos y quince centímetros de diámetro».

No hay explicación

Cabe recordar que la investigadora cántabra Ita Paz Conde, una experta en el campo de los hipogeos reconocida a nivel internacional con la que contactó Fermín García, comentó en su momento que no tenía ninguna explicación la presencia de la trufa dulce de Hungría en esta zona. Se trata de un hongo que tiene su hábitat natural asociado a bosques de Robinia pseudoacacia y del país magiar le viene el nombre por el que se le conoce popularmente. Se trata de un hongo de sabor muy dulce que en Hungría se utiliza en repostería. «La rareza es que aparezca aquí en un cultivo de naranjo», comentó en su día la experta a Levante-EMV, mientras advertía que el fenómeno tiene su «interés científico». Con todo, la Sociedad Micológica Valenciana ya tenía documentada la aparición de este hongo en la Granja de la Costera.

Toni Benítez asegura que regaló trufas a algún vecino y que ha guardado el resto en la nevera, aunque no le convencen. «Es un sabor muy fuerte, es dulce y anisado», comentó, antes de concluir con un «no me gusta». Fermín García, por su parte, señala que el lugar de Cotes en el que se ha encontrado nada tiene que ver con el campo de su propiedad en el que ha visto aparecer esta trufa tres veces en los últimos cuatro años: «Distinto terreno, tierra roja a goteo y lejos del río, pero las mismas cualidades de olor, sabor y número de esporas», comenta, a la vez que señala que resulta un misterio «de dónde ha aparecido« esta especie propia de Hungría.

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