Las obras del nuevo retén de la Policía Local de Alzira comenzarán previsiblemente en diciembre. El equipo de gobierno ha adjudicado esta semana los trabajos de la primera fase, que contempla movimiento de tierras, la cimentación y los muros del sótano, por un importe de 103.000 euros (más IVA) cuando el precio de salida de la licitación ascendía a 197.882 euros.

Un total de 23 empresas pujaban por esta contrata que, a falta de completar los trámites administrativos, se llevará una empresa de Borriol, según confirmó ayer la concejal Sara Garés, responsable de la Policía Local. Cabe recordar que el ayuntamiento disponía de una partida de 200.000 euros para esta primera fase de la nueva jefatura aportados por la Diputación de Valencia a través de un convenio singular, por lo que la baja con la que se ha adjudicado deja un pequeño remanente para una actuación posterior. Garés, no obstante, incidió ayer en que se trata de un proyecto a largo plazo ya que el acuerdo alcanzado en el seno del tripartito al chocar los socios sobre dónde se debía realizar la inversión establece que no se podrá recurrir al presupuesto municipal para costear las obras de un retén que se construirá junto a la avenida Padre Pompilio, muy cerca de la iglesia de la Sagrada Familia.

El proyecto del nuevo retén aprobado el pasado mes de septiembre por el equipo de gobierno estima en 1,8 millones de euros la inversión necesaria para levantar la nueva sede policial. Se trata de una antigua aspiración de la plantilla, debido a que el edificio que actualmente acoge el retén, en el barrio de la Vila, presenta múltiples carencias derivadas de la falta de espacio o de la propia distribución de una antigua casa. El emplazamiento junto a la avenida Padre Pompilio fue decidido por la plantilla en una consulta en la que los agentes podían optar entre este edificio de nueva construcción o la rehabilitación de un ala del antiguo hospital Santa Lucía. Eran las alternativas que defendían Compromís, socio mayoritario en el gobierno, y PSOE y EU, respectivamente.

El proyecto del retén generó en su momento fricciones en el seno del tripartito ya que mientras los socios minoritarios abogaban por la recuperación de patrimonio municipal, Compromís defendía invertir en esta nueva sede que, frente a la propuesta inicial del PP -que pretendía ubicarla en la avenida Luis Suñer-, trasladaba al otro extremo de la ciudad, más cerca del barrio de l'Alquerieta. El acuerdo final se alcanzó con el compromiso de buscar financiación externa para acometer por fases la construcción.