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La falta de luz en los accesos al instituto Luis Suñer provoca temor y heridos

La escasez del alumbrado público junto al centro educativo se arrastra desde hace años Durante el pasado curso se produjeron robos

La falta de luz en los accesos al instituto Luis Suñer provoca temor y heridos

La falta de alumbrado público en la avenida de los Deportes ha degenerado en problemas, temor y heridos entre los alumnos del instituto Luis Suñer. Se trata de una reivindicación histórica para el centro, pues la escasez de luz en la zona se arrastra desde hace años, pero ninguna de las administraciones locales hasta el momento ha logrado solventar.

La llegada de los meses de invierno y el cambio de hora provocan que la noche aparezca pronto y agrave el problema del centro. «Somos un instituto que abre hasta las nueve y media de la noche, en esta época del año y eso implica que la oscuridad ocupe buena parte de nuestro horario. Hay alumnos saliendo en estas circunstancias de falta casi total de iluminación», explica el equipo directivo. De hecho, la única luz que ilumina la zona es la del propio centro y la del estadio que lleva su mismo nombre en los días en los que hay actividad.

«Esa no puede ser tampoco una solución, no podemos depender de nuestros propios medios para iluminar la avenida ni aguantarnos con la que proporciona el campo de fútbol», argumenta la directiva.

La situación ha provocado, según explica el propio instituto, un par de lesiones recientemente que incluso la policía se acercó a investigar y algún que otro delito: «Hace poco sabemos que dos personas se hicieron un esguince al bajar un bordillo por la falta de luz y el año pasado hubo también algún robo; esto es insostenible», sentencia la directiva.

Quienes más padecen esta situación son los propios alumnos. Una estudiante del centro explica el temor que existe entre sus compañeros: «Estamos en una zona en la que sólo hay descampados, sin luz y alejados del pueblo; muchas veces vas con miedo a que pueda aparecer alguien o te suceda cualquier tipo de accidente». En ese sentido, relata que son bastantes los casos de padres que se acercan al centro a recoger a sus hijos personalmente y que se ha convertido «casi en costumbre ver a gente que camina deprisa o corre para llegar a su coche rápidamente e irse a casa».

Fernando Pascual, concejal de Urbanismo, explicó ayer a este diario que el ayuntamiento es consciente de que por el momento «ninguna administración ha logrado solventar un problema que tiene tras de sí una complicada cuestión legal al tratarse de un PAI inacabado en el que los propietarios se niegan a pagar la instalación de farolas».

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