Tras un primer año en que ha logrado la «paz social», después de la sentencia ganada por el Ayuntamiento de l'Alcúdia, y ha conseguido poner en marcha esta primera instalación, a partir de ahora se aburrirá.
Nooo (ríe). Ha sido un año de muchísimo trabajo. Este consorcio no tiene un gerente, pero la cuestión que había no era de gerencia, era más política. No nos ha dado ni tiempo aún de sacar unas bases para tener un gerente, funcionábamos con asesorías técnicas, que desaparecerán en favor de un gerente que llevará el día a día, el trabajo de control, que se cumpla el contrato firmado con el concesionario. Esa labor que se ha hecho? no he esperado ninguna palmada a la espalda, pero en lo personal estoy contento. Sé que si no lo hubiera hecho de esta manera, posiblemente los enfrentamientos no se hubieran acabado. Si algún mérito he tenido ha sido poner de acuerdo a muchas personas y hay gente que en la intimidad me lo ha reconocido, es la tranquilidad que tengo.
¿El objetivo es ahora construir la nueva planta de compostaje?
El proyecto está en marcha, lo presentarán al Ayuntamiento de Guadassuar a finales de este año o principios del que viene, la autorización ambiental integrada la tiene y, por tanto, no tiene que haber ningún obstáculo muy grande. Tendremos un año o año y medio de transición hasta que todo el complejo de valorización esté en marcha, pero eso está ahi ya. ¿El reto? Estar al tanto de que se haga bien, pero en eso ya colaborará el gerente.
¿Para cuándo tendrá la Ribera un vertedero propio?
Me puse el jueves en contacto con la Agència Energètica de la Ribera y, en las próximas dos o tres semanas, tendremos las localizaciones que ellos han podido elegir.
