El Hospital de la Ribera ha incorporado la técnica más avanzada para abordar el agrandamiento de tiroides. Se trata de la radiofrecuencia para nódulos tiroideos benignos, que permite eliminar estas inflamaciones mediante una fina aguja y sin cirugía abierta, lo que acelera la recuperación del paciente casi un 80 %, según informó ayer el propio centro sanitario, mientras destacaba que se trata del primer hospital público de la Comunitat Valenciana y uno de los primeros en España en incorporar este novedoso procedimiento, mínimamente invasivo.

Esta técnica, además, evita la cicatriz en el cuello, minimiza los riesgos de la cirugía tradicional y se realiza con anestesia local y sin necesidad por tanto de ingreso hospitalario.

Los pacientes con aumento de tiroides presentan dificultad al tragar, molestias al respirar, cambios en la voz o tos. El 50 % de los adultos tiene al menos un nódulo tiroideo, de los cuales dos de cada diez crecen de forma significativa, según detallaron fuentes hospitalarias.

El doctor Enrique Esteban, médico del Servicio de Radiología Vascular e Intervencionista del Hospital Universitario de la Ribera, es el especialista que aplica esta técnica. Según destacó el también presidente de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (Servei), «la radiofrecuencia para nódulos tiroideos supone un importante salto de calidad no sólo para los profesionales, ya que facilita extraordinariamente la realización de nuestro trabajo, sino también para los pacientes, que verán resuelta su patología de forma ambulatoria y mucho más eficiente y ágil».

La radiofrecuencia para nódulos tiroideos consiste en introducir por el cuello del paciente, guiado por un ecógrafo, una aguja de fino calibre hasta la zona donde se encuentra el nódulo tiroideo. Posteriormente, la aguja aumenta de temperatura con el objetivo de quemar el tejido inflamado y eliminarlo, un procedimiento conocido como necrosis.

El anuncio de la incorporación de esta nueva técnica se produce en un marco de tensión, tras la decisión del Consell de no renovar la concesión y, a su vez, de exigir todas las inversiones pactadas antes de que finalice el contrato actual.