Las intensas precipitaciones en las cuencas altas de los ríos provocaron ayer el desbordamiento del Xúquer en la confluencia con el Albaida por la mañana, inundando cientos de hanegadas de cultivo en Alberic, mientras que por la noche se temían desbordamientos que podían afectar a núcleos urbanos de la Ribera y, entre ellos, a Alzira que, hasta la medianoche, no se habían producido. De hecho, el Centro de Coordinación de Emergencias elevó por la tarde el nivel de alerta a la situación 2, la máxima de la escala y convocó a los alcaldes de la comarca afectados en Algemesí para abordar la situación.

La decisión se tomó en una reunión previa celebrada en Alzira, a la que asistieron las conselleras de Administraciones Públicas y Medio Ambiente, y en la que el alcalde anfitrión, Diego Gómez, expuso la difícil situación que se vivía en la ciudad, con un Xúquer tan crecido que no sólo impedía desaguar a los barrancos de la Casella y Barxeta, con las consecuencias que ello comporta para zonas urbanas de Alzira y Carcaixent, sino que su caudal también afloraba por desagües de zonas bajas como el parque de las murallas, que se convirtió en un indicador de la crecida.

Las autoridades esperaban además una punta de agua entre las 21 y las 24 horas y Gómez dejó claro que se trataba de un aviso a la población de que el río se desbordaba tras constatar que el agua subía «un metro cada dos horas y media». El ayuntamiento también se vio obligado a última hora de la tarde a cerrar las compuertas de desagüe del barrio de Les Basses para evitar que el agua del barranco de la Casella entrara por los colectores, una medida necesaria pero que suele provocar la inundación de esta barriada si persisten las lluvias. El gobierno municipal anunció la suspensión de las clases para hoy martes tras decretarse la alerta 2 y la misma decisión adoptaron anoche los ayuntamientos de Sueca, Cullera, Algemesí o Albalat.

La jornada fue tensa en toda la Ribera. Las persistentes lluvias del domingo y la madrugada del lunes provocaron la suspensión de las clases en casi 40 municipios de la comarca, que amaneció con caminos y carreteras cortados. Los cauces de ríos y barrancos mostraban una imagen amenazante que, en el caso de las ramblas, se fue normalizando, mientras que la preocupación se centraba en el Xúquer, desbordado en su confluencia con el Albaida antes incluso de que se anunciara el desembalse controlado en la presa de Bellús que aumentó la aportación a este afluente. El Centro de Emergencias emitió una alerta hidrológica por posibles inundaciones del Xúquer (Situación 0) a su paso por Alzira, Albalat, Algemesí, Fortaleny, Benicull, Polinyà, Riola, Sueca y Cullera.

El Ayuntamiento de Alzira ya dictó un bando por la mañana instando a los vecinos a subir bienes a parte altas y a sacar los coches de sótanos. En Riola y Fortaleny, la preocupación derivaba de la negativa de los regantes de la Sèquia de Quatre Pobles a abrir al compuerta para evitar los desagües se colapsaran. Carcaixent aconsejó a los vecinos de Cogullada que no pasaran la noche en las plantas bajas, y la noche cayó con la convocatoria del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi). El subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, explicó que elevar el nivel de alerta al máximo grado ofrece «más herramientas» al implicar también a la Administración estatal y la posibilidad de contar con técnicos de la CHJ o de Aemet. La consellera Gabriela Bravo defendió que se trataba de una medida de «absoluta responsabilidad». El control de zonas de riesgo se mantuvo hasta la madrugada para vigilar el desagüe.