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«No hay calle en el mundo en la que hayan dado marcha atrás tras peatonalizarla»

«No somos un gobierno radical, somos muy prudentes, pero la primera decisión es muy complicada»

El concejal de Medio Ambiente defiende el nuevo modelo de ciudad que impulsa el tripartito en busca de una Alzira más amable y que arranca con la reordenación de Pérez Galdós y el cierre de Hort dels Frares.

P El equipo de gobierno lleva más de un año hablando del plan de peatonalización, aunque la aplicación de las primeras medidas denota cierta improvisación.

R No existe improvisación, lo que existe es una estrategia. Se han pedido dos planes europeos, el Feder y el Pacto de Alcaldes, que tienen como común denominador el control de CO2. Estamos en Europa y hay firmados pactos internacionales que obligan a controlar las emisiones y procurar que la temperatura del planeta no supere los 2 grados de aqui al 2030, puede ser ciencia ficción, pero estamos ahi. Hemos iniciado un proceso, no es improvisación, lo que pasa es que nosotros necesitamos participación.

P Pero después de tanto tiempo anunciando sus intenciones, se ha convocado a última hora reuniones con vecinos, modificado el calendario de cortes de calles anunciado, gente descontenta...

R No son reuniones de última hora, ya cuentas con todo eso. Cuando quieres hacer el plan de arbolado tienes que manejar tres conceptos, movilidad, peatonalización y árbol. No queríamos gastarnos dinero en obra, pero tras un primer estudio nos damos cuenta de que el 80 o 90 % de las calles están contaminadas por gas natural, ADSL, fibra óptica, hidroeléctrica, etc. Tú no puedes obviar la obra, por tanto, volvemos a reconfigurarnos y llegamos a un acuerdo de expandir la idea de un centro peatonalizado y hacer obra en ese espacio que reúne todos los consensos del equipo de gobierno: es una calle comercial, las aceras son estrechas y hay mucho tráfico. La filosofía es pacificar el centro y, en la medida que buscas la eficiencia energética y el control de CO2 y posibilitas la habitabilidad y el atractivo del centro, estás dentro de los esquemas financiables con recursos europeos. Todo lo que hagas en esa dirección este año o el que viene, y estas facturas suman, está financiado al 50 % y lo que es caro, si seguimos unos criterios europeos, dejará de serlo.

P La Asociación Empresarial alertó en la gala de la economía de que no se ha contado con todos los agentes sociales.

R Que haya descontentos sí, pero nosotros tenemos que tomar decisiones y las decisiones son muy objetivas. Si decides cumplir los condicionantes del Plan Feder o del Pacto de Alcades tienes que empezar por algún sitio y qué mejor que hacerlo por una calle donde prácticamente todos los vecinos están de acuerdo. Nuestra idea es disuadir que las calles se utilicen para atravesar el pueblo. Es cierto que hay quejas, porque la participación se produce cuando de la teoría pasas a la praxis, nosotros no somos un titular, nosotros tomamos una acción de gobierno y hasta ahora las decisiones sólo son dos. Hort dels Frares, porque objetivamente podemos llenar una lista de por qué hay que cerrarla: se está tragando todo el tráfico, es peligrosa... y después tenemos que aceptar las consecuencias, como es el caso de Piletes. Y la segunda, ampliar las aceras de Pérez Galdós.

P ¿Qué le diría a aquel conductor que piensa que cuando se acerque al centro no podrá aparcar?

R El conductor tiene que ir mentalizándose del modelo de ciudad que nosotros queremos y que vamos a hacer poco a poco, porque somos muy prudentes. Esto no es una decisión radical, es muy meditada. El conductor tiene que darse cuenta de que todos tenemos que reconfigurarnos en el uso del coche. La movilidad del uso privado está garantizada, es decir, aquel que tenga una casa, un vado, tiene garantizado el acceso. Lo que estamos luchando es porque el espacio del coche aparcado, que es un espacio muerto, sea para la movilidad de las personas. Llevamos décadas y décadas adaptando la ciudad al coche. No tenemos un gobierno radical, somos muy prudentes pero la primera decisión es muy complicada porque afecta a una travesía que cruza todo el pueblo por el centro.

P Y al repartidor que tiene que parar con su camión.

R Que tiene garantizadas las cargas y descargas. En el caso de Pérez Galdós, las tendrá en Reyes Católicos, en la plaza como ahora y un trozo en Mayor San Agustín. Tiene más espacio que antes.

P El primer tramo sobre el que se va a actuar es la calle Pérez Galdós. ¿En qué va a consistir la obra de urbanización?

R Reordenamos el urbanismo, se reestructuran las canalizaciones de servicios públicos para que todo vaya por el carril del medio y los laterales se utilizarán para plantar árboles. Este modelo genera espacio para los peatones y da la garantía de que el árbol va a vivir. Se instala un cemento permeable para permitir que el agua de lluvia o de riego pase y transpire, de forma que cuando llueve el árbol se riega y no se va al desagüe y, en verano, la tierra absorbe y suelta la evaporación por la noche. Por tanto, evitas con la sombra la temperatura del cemento que a pleno sol puede llegar a 70 º C y la refrescas por la noche si tiras agua. Lo que estamos haciendo es introducir el criterio medioambiental en el urbanismo, teniendo en cuenta el criterio de financiación europea. Estamos en el debate de si mantener un bordillo o que toda la calle esté al mismo nivel y los vehículos pasen a una velocidad más reducida. No hay ninguna calle en el mundo que hayan peatonalizado y hayan vuelto atrás. Además, es una revolución conservadora porque donde peatonalizas sube el valor.

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