La Conselleria de Agricultura ha encargado a la Entitat Pública de Sanejament (Epsar) que gestione el acondicionamiento de los pozos de la Garrofera que en su día se concibieron como origen del plan de abastecimiento de agua sin nitratos a la Ribera y su conexión a los depósitos reguladores de cabecera que, con una capacidad para acumular 30.000 metros cúbicos en tres vasos, garantizarían el suministro a la comarca entre dos y tres días en caso de necesidad.
La recuperación de los pozos de la Garrofera y l'Escala, que fueron objeto de acciones vandálicas en las que se sustrajo tanto la instalación eléctrica como la canalización a los depósitos una vez se habían descartado como origen de esta red, tiene como objetivo contar con un suministro alternativo a la planta potabilizadora por si una avería, la necesidad de acometer trabajos de mantenimiento o cualquier otra incidencia pudieran comprometer el abastecimiento de los pueblos que reciben agua de la ETAP debido a la contaminación de los pozos municipales. Fuentes de la conselleria señalaron que Sanidad recomienda contar con este plan B y que el objetivo es tener preparada esta infraestructura para poder recurrir a ella en caso de que fuera necesario. Los técnicos han estimado en torno a 123.000 euros (sin IVA) el coste de la conexión entre los tres pozos y los depósitos.
El Diario Oficial de la Comunitat Valenciana publicaba ayer la resolución por la que la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Cambio Climático encarga a la Entitat de Sanejament la contratación de la obra y la asistencia técnica de las actuaciones necesarias para acondicionar y conectar los pozos de la Garrofera a los depósitos reguladores.
Los técnicos que están al frente de la planta potabilizadora explicaron en una reciente visita de los miembros del Consell de Participació Ciutadana de Alzira que los depósitos ya se habían revisado y limpiado, aunque de momento no se estaban utilizando para acumular caudales ya que la ETAP podía suministrar agua sin problemas a los municipios adheridos en la actualidad al plan de abastecimiento y que elevarla a estos depósitos también representaba un coste.
Estos pozos se descartaron en su día al alertar la Confederación Hidrográfica del Júcar que el acuífero era insuficiente para soportar las extracciones previstas por la conselleria que, además, amenazarían els «ullals» del río Verde. Las canalizaciones ya se habían construido entonces y la Generalitat optó entonces por construir la potabilizadora.
El secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Àlvaro, comentó ayer en Alzira que la Generalitat pretende aprovechar todas las infraestructuras y garantizar que todos los ayuntamientos que tengan problemas con los pozos puedan conectarse a la potabilizadora. Àlvaro también indicó que se tienen que buscar fórmulas para que la conexión a la planta no suponga una penalización a los ciudadanos en cuanto a precio del agua.
