Por otro lado, el mosquito tigre raramente vuela más allá de 400 metros del lugar de cría. Por lo tanto, los técnicos indican que si un ciudadano lo detecta significa que se está criando muy cerca. En ese momento de la crianza, es el punto fundamental para evitar su propagación.
«Una cosa a tener en cuenta con respecto al mosquito común es que el mosquito tigre sí que pica, pudiendo incluso traspasar prendas de ropa para llegar hasta la piel. Las que pican especialmente son las hembras que necesitan de las proteínas de nuestra sangre para fecundar sus huevos», ha afirmado Nacho Pla.
Carles Tur, técnico de la conselleria, ha asegurado que en esta lucha contra el mosquito tigre, «hay que evitar recipientes de todo tipo que puedan acumular agua estancada para impedir la cría y su reproducción. También debemos de mantener los niveles de cloro adecuados en piscinas, balsas o estanques durante todo el año. Hay que prestar especial atención a la protección de pozo o aljibes con mallas protectoras para evitar la puesta de huevos. Vigilar el riego por goteo en macetas y platos, para que no se acumule agua y se estanque, teniendo que retirar el agua sobrante». Por último ha remarcado de forma clara «la obligación de renovar el agua cada 2 o 3 días y sobretodo echar agua en los sumideros al menos una vez a la semana».
Con la colaboración de todos, los técnicos afirman que es posible reducir en un 70 % la colonia de mosquito tigre en la comarca de la Ribera.
