El Ayuntamiento de Cullera proporcionó por segundo año la leña a las personas que se acercaron a la playa a encender hogueras a través de cinco puestos distribuidos por el paseo martítimo. Así se intenta evitar que se quemen materiales dañiños u objetos punzantes. También se controló el acceso de bebidas alcohólicas a la playa, especialmente de meonres, para evitar el botellón.