La alarma saltaba ayer en la playa de El Perelló alrededor de las 13,50 horas, cuando los socorristas avistaron la lancha de sus compañeros de Les Palmeretes, que pertenecen a Sueca, cerca de las boyas de entrada y salida de la playa. Alertados por este gesto, cogieron la lancha de salvamento y se acercaron a la altura de sus compañeros, comprobando que del agua sobresalía una aleta, que rápidamente identificaron como un delfín.

Ambas embarcaciones siguieron el rumbo del delfín y ya casi en aguas de Les Palmeres avistaron la aleta de un segundo cetáceo. En un momento determinado, cuando estos socorristas cumplían con el protocolo habitual, avistaron una aleta diferente, y ante la posibilidad de que fuese una tintorera, desde el Centro de Coordinación de playas de El Perelló se ordenó cambiar la bandera de aviso a los bañistas de amarilla a roja.

Debido a la hora, la playa no estaba abarrotada de usuarios, ya que muchos de los bañistas que había a lo largo de la mañana ya habían recogido sus cosas e iban camino de los apartamento o bares de la zona para comer, aunque algunos bañistas sí preguntaron a los socorristas de la playa.

Aún así, la voz corrió como la pólvora por la playa y, por ejemplo, Manuel, un turista de Madrid que estaba en la arena con sus dos nietos decidió irse al apartamento. «La mujer y mi nuera estaban haciendo la comida y decidimos, ante la insistencia de los niños volver a casa», comentó.

Fuentes municipales consultadas señalaron que «la medida de poner la bandera roja se tomó por precaución» y que se mantuvo la playa cerrada «hasta que se tuvo la garantía de que los bañistas estaban seguros».

Algunos pescadores del Perelló consultados explicaron a Levante-EMV que «es habitual que en esta época del año algunas tintoreras salgan a la costa, aunque justamente este año no se han observado, circunstancia no habitual». Otro pescador comentó que «podría darse el caso de que hubiese sido una tintorera, aunque en verdad nos decantamos más bien porque sean delfines que están merodeando mucho por la zona».

Mientras tanto, los socorristas siguieron el rumbo de los delfines, que les llevó a la vecina playa del Perellonet, donde a poco más de una milla marina avistaron otras tres aletas de delfín, lo que les dio mayor tranquilidad, ordenando a los socorristas que realizan su trabajo en las torretas que volviesen a colocar la bandera amarilla sobre las 14,20.

En total, media hora en la que los bañistas que quedaban en la playa no se quitaron el susto de encima.