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Sanidad autoriza una fumigación aérea contra la mosca negra por el Xúquer de Alzira a Cullera

La conselleria amplía el permiso extraordinario otorgado a Sueca para combatir la molesta plaga con helicópteros y abre la puerta a aquellos municipios que demuestren la presencia de focos en lugares de difícil acceso por tierra

Luz verde a la fumigación con helicóptero del Xúquer. La dirección general de Sanidad Ambiental ha autorizado a Alzira, Riola, Polinyà, Cullera y Algemesí a realizar un tratamiento extrordinario contra la mosca negra en el río, tal como había logrado Sueca en un primer momento. Aunque también se abre la posibilidad de que otros pueblos se sumen próximamente. En ese sentido, la concejal de Medio Ambiente en la capital de la Ribera Baixa, Isabel Jiménez, explicó ayer a Levante-EMV que el Consorci de la Ribera había recibido el visto bueno, ya que el ente supramunicipal es el encargado de realizar las actuaciones contra las plagas de mosca negra y mosquito tigre en la comarca a través de la empresa Lokímica. «Sueca ha conseguido abrir un tapón administrativo que mientras estaba cerrado era insostenible y se demuestra que cuando pedimos fumigar en enero fue porque era algo necesario», expresó la edil.

Sueca fue la primera localidad en solicitar un tratamiento aéreo en el Xúquer por el foco de mosca negra detectado en la zona del azud. Tras meses de insistencia para lograr la autorización, la obtuvo la semana pasada. Ahora, cinco localidades más podrán unirse a la localidad arrocera en lo que será un tratamiento a gran escala por el cauce del río en su curso bajo.

De hecho, la autorización da pie a que otros municipios se sumen, según fuentes consultadas. Los ayuntamientos que lo consideren oportuno podrán solicitar a la dirección general de Sanidad Ambiental que se realice el tratamiento aéreo. No obstante, tienen que darse dos circunstancias para obtener el beneplácito autonómico. En primer lugar, se debe demostrar que el municipio necesita una intervención, es decir, que justifique la presencia de focos de la plaga. Igualmente, también se debe cumplir la circunstancia de la accesibilidad, ya que éstos tienen que estar ubicados en lugares donde no haya manera de llegar por vía terrestre.

Es el caso de los municipios que ya han sido autorizados. En Sueca, en el azud, existe una zona con un foco importante de mosca negra, pero la gran presencia de cañas y la profundidad del agua hacen inviable un tratamiento a pie. Cullera tiene un problema parecido en un tramo de la desembocadura y en el lago de l'Estany. Por su parte, el principal foco de insectos de Algemesí se sitúa en la zona del embarcadero de piraguas. Riola, Alzira y Polinyà tienen problemas similares en el río. Los principales requisitos que requiere la mosca negra para su proliferación es la existencia de agua limpia y que ésta discurra, sin estancamientos. La buena oxigenación da lugar a que crezcan vegetales que sirven de nido para que los ejemplares adultes críen.

La mosca negra tiene una autonomía de unos 50 kilómetros, por lo que los municipios prefieren abordar la plaga de manera conjunta y a través de grandes actuaciones para que sean más efectivas.

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