La vecina de Alzira que acogió en una chalé de Vilella alrededor de sesenta animales lanzó ayer un SOS en busca de ayuda para dar en adopción una decena de perros que todavía mantiene ante el temor que el expediente sancionador que tramita el ayuntamiento, a raíz de una denuncia de algunos vecinos, derive en el decomiso de los animales y su traslado a las instalaciones de la empresa encargada del servicio de recogida de animales. «Si quieren multarme, que hagan lo que quieran, pero que no toquen a los animales», se lamentaba ayer Isabel Ciurcea que, tras conseguir familias que se hicieran cargo de una parte de las mascotas que había recogido de la calle, todavía tiene en su chalé once perros y 33 gatos.

Este llamamiento se produce tras la última reunión de la abogada de Isabela Ciurcea, Clara Aledón, con los responsables municipales para buscar una solución y en la que, según explicó la letrada, pese a los compromisos por su parte para reducir a un mínimo el número de animales el ayuntamiento no garantizó el archivo del expediente abierto.

«Han abierto un procedimiento sancionador no por tener demasiados perros, porque ni la ordenanza municipal ni la ley autonómica establecen un máximo de perros por vivienda, sino porque alegan que hay una actividad, un servicio de acogida de animales, que nada tiene que ver con la realidad, lo que demuestra que el ayuntamiento no sabe diferenciar lo que es una vivienda particular de un centro de acogida de animales», señaló Aledón, mientras apuntaba que el consistorio «pretende decomisar todos los perros porque entiende que se está desarrollando una actividad y seguramente el final será una orden de clausura», incidió.

La abogada había ofrecido un compromiso para dejar un máximo de siete perros en el chalé -entiende que los gatos nadie los puede tocar- pero que el ayuntamiento no garantiza que se paralice el procedimiento sancionador abierto, a su juicio, sin base y dejó entrever que este litigio puede acabar en un contencioso. Aledón aseguró haberse ofrecido de forma altruista a llevar el caso por la situación de los animales.

Isabela Ciurcea empezó hace seis años a acoger animales con un primer perro que unos jóvenes habían intentado quemar con el objetivo de darlos después en adopción. No obstante, la familia de perros y gatos creció hasta el punto que alquiló una casa en la partida de Vilella para cuidarlos allí. No obstante, la presencia de más de 60 animales -llegó a tener 16 perros y alrededor de 50 gatos- provocó las quejas de los vecinos que, tras llegar al ayuntamiento, derivaron en un expediente sancionador. Los vecinos se quejaban el pasado mes de agosto de la pasividad del ayuntamiento en la tramitación del expediente ya que las molestias continuaban.

Los contactos mantenidos con los técnicos de Sanidad y las autoridades no han frenado el expediente y esta vecina ha realizado un llamamiento en busca de familias que puedan acoger los perros. Clara Aledón lamentó que el ayuntamiento «esté más pendiente de sancionar a los propietarios de animales que no cumplen ciertos requisitos que de la protección de los mismos» y echó en falta una concejalía de Bienestar o Protección Animal.