Las cifras que genera el polígono industrial de Almussafes siguen provocando tanta sorpresa como admiración. Pocos imaginaban hace veinte años -sobre todo en los últimos cursos con la crisis económica acechando el mundo- que el parque empresarial ribereño sería capaz de tener más trabajadores que habitantes el municipio que le da hogar. Los registros son sorprendentes. Las empresas del polígono daban trabajo en 2011 a 4.500 empleados, mientras que cinco años después la cifra supera los 10.000 euros. El aumento es de más del doble.
La Asociación de Parques y Polígonos Industriales de Almussafes celebró el jueves el veinte aniversario de su fundación. La entidad aglutina a más del 90 % de las empresas que se encuentran instaladas en el Parque Industrial Juan Carlos I de esta población de la Ribera Baixa, en el que trabajan más de 10.000 trabajadores que se suman a los casi 10.000 más que tiene el complejo de Ford España. La efeméride se quiso celebrar por todo lo alto, con la presencia del director de Industria y Energía, Diego Maciá, y los responsables de Ford España, además del alcalde de Almussafes, Toni González, y representantes de las empresas ubicadas en el polígono. Se contó además con la presencia de los tres presidentes de la asociación, Luis Sánchez y Nicolás Agustín y el actual, Vico Valero. El parque empezó a fraguarse el 14 de abril de 1997. Desde ahí, veinte años llenos de anécdotas como rememoró el primero de sus presidentes, Luis Sánchez, quien afirmó que para poder explicar a las personas y empresas interesadas las prestaciones del parque, «había que indicarles que la entrada era un camino, entre naranjos, donde ni por asomo cabían dos camiones».
La Asociación de Parques y Polígonos Industriales de Almussafes (APPI), sin embargo, comenzó a gestarse en el año 1994, cuando unos pocos empresarios decidieron unirse para trabajar juntos en la mejora del entorno situado alrededor de las instalaciones de Ford España. No fue hasta 1997 cuando el proyecto empezó a tomar forma y se constituyó de manera oficial la entidad, que en la actualidad agrupa a un total de 88 empresas, con alrededor de 10.000 trabajadores y 1.600.000 metros cuadrados de superficie. «Éramos pocos y rodeados de campos de naranjas, era complicado indicar cómo llegar hasta nuestras fábricas porque todavía no se habían desarrollado las infraestructuras necesarias para facilitar los accesos», explicó el primer presidente de la asociación, Luis Sánchez, actual director de Recursos Humanos del Grupo Segura. «Al principio, no disponíamos de servicio médico ni de oficina de Correos, lo que fue creando la necesidad de realizar algo que nos permitiera organizarnos», recordó.
Los responsables de APPI, secundados por el Ayuntamiento de Almussafes, siguen reivindicando, casi desde la creación del polígono, dos proyectos necesarios. Por un lado, que desde la A-7 se pueda tener un acceso directo hasta el polígono y hasta la factoría Ford para facilitar el acceso de camiones y del transporte en general. Por otro lado, la construcción de un apeadero de Renfe que permitiría el acceso más rápido y directo de los más de diez mil trabajadores. La zona en la que se plantea la edificación del apeadero para el parque de proveedores está ubicada al final de la avenida Picassent.
Transporte público
Tanto el consistorio de Almussafes como la propia APPI trabajan conjuntamente para conseguir que este proyecto se convierta en una realidad. «La zona industrial, todo un referente en la Comunitat Valenciana tras dos décadas de funcionamiento, todavía carece de un servicio de transporte público que descongestione sus calles y zonas de estacionamiento público, facilite el acceso de los operarios a sus puestos de trabajo y además colabore con el medio ambiente, reduciendo los niveles de contaminación», señala el alcalde de Almussafes, Toni González.
