La tecnología no termina de adaptarse a la Justicia. En Alzira, se han sumado al juzgado número 1, afectado desde verano por los continuos errores de los programas informáticos, el 2 y el 5. Este hecho ha provocado que autos, apelaciones, recursos y vistas, entre otros, se paralicen ante la imposibilidad de los abogados de acceder a la documentación necesaria para continuar trabajando en sus expendientes.

Destaca el caso del juzgado número 1, ya que su secretaria lleva desde agosto sin poder facilitar copias de vistas orales y todavía está esperando una solución a este problema que ha producido un colapso del mismo. «La situación es insostenible. Seguimos sin poder hacer nada y hay mucha gente esperando. Esto empieza a ser preocupante», explica un abogado alcireño que no ha podido recibir la grabación del juicio para poder interponer un recurso.

A los problemas de «LexNET», un medio de intercambio de información y documentos que utilizan letrados, procuradores y administraciones para comunicarse con los órganos judiciales, y de «Cicerone», un software específico para la tramitación de procedimientos judiciales, se ha añadido «Arconte», un sistema integrado que permite grabar, almacenar y gestionar toda la información generada en los tribunales judiciales con total integridad y seguridad de los datos.

La clave del problema

Cada secretario o secretaria judicial dispone de una tarjeta en la que se debe incluir un código personal para poder acceder al programa. Recientemente, la Generalitat Valenciana ha enviado algunas notificaciones en las que se les está obligando a renovar la identificación. Hasta el momento, solo lo habían cambiado en el juzgado número 1 de Alzira y ahí fue donde se estableció el punto de partida. En las últimas semanas, en el 2 y en el 5 también han tenido que sustituir su acreditación y debido a ello, han perdido el acceso a «Arconte».

Este programa incorpora las reformas procesales de la Nueva Oficina Judicial (Ley 13/2009) que extiende el modelo de grabación al resto de organismos judiciales de forma obligatoria (registro de sonido e imagen en un soporte apto que permita la grabación y reproducción de los mismos) y cuenta con la firma digital, que dota al registro audiovisual de autenticidad e integridad además de aportar agilidad en los trámites.

Según apuntan algunos letrados, el sistema sigue siendo accesible en la mayoría de sus aspectos, pero a la hora de adjuntar la firma digital a la grabación, deja de funcionar. «Desde que llegó el aviso para que renováramos la tarjeta no podemos ofrecer copias de los juicios orales porque no están firmadas. Estas incidencias provocan que todo vaya más lento y no se trabaje de manera eficiente. Este problema ya se ha puesto en conocimiento del coordinador provincial y ahora falta ver si se encuentra algún remedio», sentenció una funcionaria de los juzgados.