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Radiografía al fútbol desde el Cotif

Manu Sarabia, Voro, Fernando Giner, Javi Venta, Palop y Dani Mallo critican al unísono la mercantilización del deporte y abogan por reforzar la educación en valores en las escuelas Todos forman parte de la Asociación de Futbolistas Españoles

Integrantes de la mesa redonda que abrió el sexto ciclo de conferencias del Cotif. david pascual

Los Salones Siglo XXI de l'Alcúdia acogieron la apertura de la sexta edición del ciclo de conferencias que se organiza como preludio del Torneo Internacional de Fútbol Sub-20, el conocido como Cotif, que el verano próximo vivirá su trigésimo quinta edición. Ex jugadores de la talla de Manu Sarabia, Voro, Fernando Giner, Dani Mallo, Andrés Palop y Javi Venta participaron en una mesa redonda que repasó pasado, presente y futuro del balompié.

Todos son miembros de la coorganizadora, junto al comité alcudiano, AFE (la Asociación de Futbolistas Españoles) y quisieron aprovechar la cita para remarcar algunos de los objetivos de un sindicato creado para defender los derechos de los futbolistas. «Los dirigentes del fútbol no piensan en los jugadores cuando configuran, por ejemplo, los calendarios», dijo Giner en una de las primeras intervenciones que levantaron los aplausos de los cientos de seguidores presentes. «Hay que conseguir un equilibrio porque los clubes necesitan los ingresos de la televisión o las giras para tener a los mejores jugadores, pero no pueden pasarse porque de lo contrario se pierde la esencia del deporte», argumentó el valencianista Voro, hoy director de organización del primer equipo che.

Venta, que jugó casi 200 partidos con el Villarreal, añadió: «Lo importante también es que los beneficios que se generan puedan compartirse entre todos los clubes para que todos puedan competir por ganar títulos. Estamos un poco cansados de que siempre ganen los mismos». «En el fútbol profesional, es cierto, sólo vale ganar porque hay mucho dinero en juego y grandes intereses internacionales. Hay que diferenciarlo del fútbol formativo porque a nivel base deben prevalecer los valores», argumentó Dani Mallo.

Todos los participantes secundaron la argumentación del exportero del Deportivo de la Coruña, pero aceptaron que la teoría chocaba con una práctica caracterizada en la actualidad por la profesionalización incesante del fútbol base, donde se criminaliza la derrota a pesar de ser en partidos intrascendentes de niños y niñas. «En el fútbol formativo, el que piensa en ganar es un egoísta. La AFE ha realizado un gran trabajo en defensa de los derechos de los jugadores, por ejemplo, anulando el derecho de retención que tenían los clubes y que obligaba a los jóvenes futbolistas a pertenecer a un equipo a cambio de muy poco. También es consciente de que en el fútbol base sólo valen la educación en valores», adujo el ex del Athletic Sarabia.

Sobre los cambios acaecidos en las últimas décadas, Mallo consideró que el «fútbol se ha globalizado por todo el negocio que hay alrededor», mientras Sarabia adujo que hay que conseguir un equilibrio adecuado para que los intereses comerciales, personalizados en los derechos televisivos, no controlen únicamente el mundo del balompié.

Giner y Voro reflexionaron sobre la evolución técnica y táctica, sobre todo como fruto de la mejora de las instalaciones y la mayor preparación de los jugadores. Sobre eso, el ex cancerbero del Valencia, Sevilla o Bayer Leverkusen, Andrés Palop, delató que él no tuvo «entrenador de porteros hasta que tuve 17 años, cuando ya estaba en el Valencia». Sarabia dijo que la evolución del juego camina hacia la vuelta a los orígenes, con el mejor trato del balón, como bien han demostrado en las últimas citas internacionales selecciones como España, Alemania o Inglaterra. «Ya no funciona el balonazo. El juego es cada vez más complicado y eso es positivo», dijo Voro.

Entrenamiento psicológico

Todos los participantes defendieron la idoneidad de mesas redondas y conferencias con jóvenes jugadores para hacerles conscientes de la situación del mundo del fútbol hace unas décadas, así como la vida después del deporte profesional o incluso la situación social. Aceptaron que durante la vida profesional se vive en una especie de burbuja a la que no llegan las estrecheces de la mayoría social. «De cada 100.000 jóvenes que optan sólo llegan 50 a profesionales. Hay que enseñar a los niños a perder», arguyó Mallo. Para ello, defendió Sarabia, «es clave el trabajo psicológico con los jugadores». Por último consideraron, de forma unánime, que el fútbol masculino español está preparado para ser solidario y ceder parte del pastel económico a las mujeres, al igual que ha sucedido en Noruega.

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