La aspiración de los regantes de Llombai y Catadau de modificar la concesión de aguas para sustituir los caudales que ahora toman del Magro por los del Canal Júcar-Turia está más cerca de materializarse. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha abierto la fase de exposición pública de un expediente impulsado por la comunidad de regantes de la Séquia Aledua-Mare de Llombai, que se amplió con la incorporación de los regantes de la Acequia Madre de Catadau. Suman entre ambas 574 hectáreas de cultivo con cítricos, frutales, olivos y hortalizas, de las que 498,24 pertenecen a la primera y las restantes 75,78 a la sociedad catauina.
La solicitud de los regantes de Llombai, formalizada en mayo de 2016, se produjo en un contexto de sequía continuada en la cuenca del Magro. Los agricultores contemplaban el cambio como una forma de garantizarse el riego y, además, con agua de mayor calidad de la que les proporcionaba este afluente del Xúquer. No obstante, el expediente se somete a información pública en un momento en que las circunstancias han cambiado, aunque sea de forma coyuntural, ya que Forata presenta una imagen inusual al estar casi al 38 % de su capacidad con 14 hectómetros cúbicos acumulados, que garantizan el riego para los dos próximos años, mientras que se aplican restricciones a los regantes del Canal Júcar-Turia, que toma las aguas del Xúquer en Tous.
«El Magro está mejor que en los últimos quince o veinte años, pero el Canal Júcar-Turia tiene un episodio de dificultad cada diez años y en el Magro se repite cada cinco», comentó ayer el presidente de la Séquia Aledua, Vicent Adam, impulsor del cambio de concesión, quien se mostró prudente a la espera de que se resuelva el expediente administrativo, actualmente en fase de alegaciones, pero destacó que cuenta con los informes favorables de la Confederación Hidrográfica.
Desde la toma de Carlet
El cambio de concesión contempla coger el agua del Canal Júcar-Turia de una toma ubicada en Carlet, que ya se ha utilizado en ocasiones anteriores y que la propia conselleria electrificó hace un par de años, desde la que se elevarán las aguas al azud del Marquesat o se posibilitará el suministro a la comunidad de la Acequia Madre de Catadau en función de los turnos de riego acordados. Los regantes de Llombai siempre han argumentado que su incorporación a la comunidad de usuarios del canal, además de las ventajas que el cambio representa para sus cultivos, también resultaría ventajosa para los municipios del curso alto del Magro al reducirse la demanda de agua en una cuenca que habitualmente presenta un déficit hídrico considerable.
El expediente que la CHJ somete a información pública cifra en un máximo anual de 2.230.590 m3/año las necesidades hídricas de estas dos comunidades de regantes del Marquesat, de los que 1,6 m3/año corresponderían a la Séquia Aledua y los otros 562.453 a la Acequia Madre de Catadau. Cabe señalar que los regantes de Llombai también disponen de derechos sobre un volumen anual máximo de 1.350.949 metros cúbicos de aguas subterráneas.
La petición registrada en mayo de 2016 por Vicent Adam ante la CHJ, que remitió al mismo tiempo a los usuarios del canal, recuerda que el Plan Hidrológico de la Demarcación del Júcar 2015-2021 contempla expresamente que la asignación de recursos superficiales a los riegos mixtos del canal, cifrada en 95 hm3/año, se podrían incrementar hasta 98,5 en caso de incorporarse al mismo nuevas comunidades de regantes del río Magro con derechos de aguas superficiales. Los regantes solicitaban que se hiciera efectiva esta cláusula una vez la propia CHJ había delimitado los caudales que corresponden de forma individualizada en el proceso de fusión abierto en aquel momento entre la Comunitat de Regants de Llombai y la Séquia Aledua Mare.
