El cura de la parroquia Santa Catalina de Alzira, Enrique Masiá, ha iniciado su particular cruzada, aunque no tiene una motivación religiosa. Su punto de mira se ha fijado en las compañías eléctricas. Masiá alertó ayer de un presunto fraude al encontrar, en la factura de la luz de la parroquia, el concepto «Protección Eléctrica Hogar» que no había contratado y por el que le cobraban 5,99 euros al mes. El sacerdote mostró su preocupación por los vecinos de la localidad de mayor edad que no suelen detectar estas cuestiones.