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Ni la gastronomía de las cábilas logra compensar la peor campaña de aves acuáticas

? El número de ejemplares abatidos no remonta y lleva a los cazadores de Sueca, Cullera y Sollana a considerar la temporada como «catastrófica»

Ni la gastronomía de las cábilas logra compensar la peor campaña de aves acuáticas

Acabada la temporada de «tiraes», el balance es definitivo: la peor campaña que se recuerda. «La falta de caza durante el periodo de 'tiraes' se ha visto prolongada en esta semana de cábilas. La llegada del frío tenía que haber hecho que las aves se renovasen, y ni aun así esto ha sucedido». Así se expresa José Badía, el presidente de la Sociedad de Cazadores de Sueca, quien ha catalogado la temporada de aves acuáticas como «para olvidar». Si la campaña pasada ya no fue todo lo buena que se esperaba, la presente ha sido «catastrófica por la mala planificación realizada desde las instituciones autonómicas».

En términos muy parecidos se manifiestan los cazadores en el resto de cotos como los situados en Sollana, Silla o Cullera. En este último término municipal, además, los cazadores siguen acordándose de «los continuos cambios de niveles del agua que en ciertos momentos dejaron incluso algunas replazas secas y llenas de salitre, impidiendo que la caza volviese a ellas».

Una vez finalizada la temporada de «tiraes» de aves acuáticas con un balance negativo, los cazadores buscaban, un año más, su aliciente especial en la semana de «càbiles». Tampoco salió tal y como se planificaba. Este año, en las «càbiles», los forofos de la caza esperaban poder disfrutar de la buena comida cazada pero la realidad fue muy diferente y la racha negativa vista en les «tiraes» tuvo su continuidad en esta semana. José Badía afirma que con el intenso frío «que se está produciendo ahora mismo en el centro de Europa era muy probable que la migración de las aves buscando lugares más cálidos las pudiesen traer a esta zona. Pero el salitre acumulado por culpa de los bajos niveles de agua ha hecho que estas aves que han migrado en las últimas semanas no hayan elegido nuestros acotados para recalar. Además, la presencia de muchas zonas protegidas, con unos niveles excelentes e idóneos de agua, han hecho que dichas aves se hayan quedado allí, lejos de cualquier escopeta».

A pesar de que en la temporada de tiradas prácticamente no se había podido abatir casi animales, los cazadores aún habían depositado sus esperanzas en la semana de «càbiles», pero las previsiones más pesimistas se han cumplido y han sido muchas las cuadrillas que prácticamente ni han podido estrenarse. A pesar de abatir muy pocas aves, la experiencia de cazar por la noche es algo que a los cazadores les encanta. «Salir de 'xoca' por la noche y un frío que a veces en la 'marjal' está por debajo de los 0 ºC hace de ésta una afición muy dura, en la que a veces es hasta muy complicado combatir el frío, muy a pesar de la ropa de abrigo. La humedad de las zonas de caza cala hasta los huesos». Así se expresa Manuel Puig, uno de los cazadores de Cullera, que este año ha podido disfrutar muy poco de su afición por motivos laborales.

En este semana especial, los cazadores buscan, aunque este año sin éxito, matar el gusanillo y conseguir abatir unas cuantas piezas. Tendrán que esperar al próximo año. Ésta ha sido un fracaso.

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