Una trayectoria de más de treinta años y la estrategia empresarial de mantener un fondo «vivo» con reservas de la gran mayoría de los 4.000 libros publicados a través de los diferentes sellos editoriales que Bromera ha agrupado en torno a la marca principal amenazan con colmatar los almacenes de la editorial alcireña, que ha decidido trasladarse al Parque Empresarial El Pla como solución a los problemas de espacio que presenta la sede actual, tanto desde el punto de vista logístico como del personal.
La empresa ha iniciado ya la construcción de las nuevas instalaciones en El Pla con la perspectiva de poder realizar el traslado antes del próximo verano, según explicó el editor Josep Gregori. La empresa cambiará de sede, pero seguirá en Alzira.
Edicions Bromera adquirió a mediados de la década anterior una parcela de 10.000 metros cuadrados en el polígono El Pla, un área industrial de un millón de metros ubicada entre la CV-50 y la CV-42, con la intención de proyectar una nueva sede, aunque la incertidumbre que provocó la crisis económica y la posibilidad de alquilar una nave en las inmediaciones de la sede central para ampliar el almacén frenó la inversión a la espera de una época más propicia.
El paso de los años y la continua producción de los diferentes sellos editoriales de la empresa -Algar para obras en castellano, Tàndem Edicions y Animallibres, además de Bromera- han acabado generando nuevas necesidades de espacio. «Tuvimos suerte de encontrar esa nave en el mismo polígono industrial tan cerca, pero ya estamos sufriendo y a corto plazo se nos quedará pequeña», explicó Gregori, mientras señalaba que las instalaciones que ya está construyendo la firma alcireña Blauverd no sólo ampliarán la capacidad de almacenamiento sino que también mejorarán las condiciones de trabajo de la plantilla de la editorial, compuesta actualmente por cerca de cuarenta personas.
«Es la primera vez que hacemos un local a medida de nuestras necesidades, aunque hemos tenido suerte al encontrar locales que se adecuaban bastante bien porque nuestro trabajo requiere de una serie de despachos que es poco frecuente en un polígono industrial», comentó Gregori.
Las nuevas instalaciones ocuparán sólo una parte de la parcela. Se ha proyectado un almacén de 2.800 metros cuadrados en dos naves diferentes y en la primera planta de una de ellas se habilitarán los más de 700 metros de oficinas. Josep Gregori comentó que el traslado no responde a un cambio de fase en la trayectoria de la empresa, sino a las necesidades de un crecimiento continuado. Según destacó, a diferencia de una práctica habitual en el sector, Bromera apenas ha descatalogado obras y tiene disponibles casi todos los títulos publicados en las últimas tres décadas.
