El 58 % de los incendios forestales registrados en el término de Alzira se originan en campos de cultivo. Ésta es una de las conclusiones más llamativas de un análisis histórico de los fuegos declarados en el término municipal que forma parte del Plan de Prevención de Incendios del Paraje Natural Municipal Murta-Casella. El consejo asesor ha acordado esta semana iniciar los trámites para aprobar este primer plan contra incendios en este entorno, cuya redacción ya se contemplaba en el Plan Especial de Protección del paraje. El estudio también constata que es en el tramo final del invierno y durante la primavera cuando se producen el mayor número de incendios aunque, eso sí, el mes de julio concentra la mayor superficie arrasada.
El trabajo elaborado por la ingeniera forestal Carmen Maíques analiza un período de 18 años, el comprendido entre 1998 y 2015, durante el que, en base a los datos de la Conselleria de Medio Ambiente, se registraron en Alzira 133 incendios forestales con un balance total de 76,95 hectáreas arrasadas. Se trata mayoritariamente de pequeños fuegos ya que sólo el 11 % afectó a más de una hectárea. El incendio más grave se produjo en junio de 2014 en el Pla de la Murta, aunque fuera de los límites del Paraje Natural Municipal, ya que arrasó una superficie de diez hectáreas de suelo forestal no arbolado de titularidad privada.
El análisis en base a la distribución espacial de los incendios forestales señala que la mayor parte, un 57,8 % del total, tuvo su origen en cultivos, «por lo general campos de naranjos», apunta, mientras que el segundo grupo más numeroso corresponde a incendios declarados en los cauces y motas tanto del Xúquer como del río Verde, que afectaron mayoritariamente a terrenos poblados de una especie invasora como la caña. Por otra parte, los fuegos iniciados en cultivos son también los que afectaron a una mayor superficie, un 62 % del total, si bien son los originados en áreas de uso público, ya sea lugares con afluencia de excursionistas y sendas, los que afectaron a una mayor superficie media. Cabe señalar que la media de terreno quemado por estos incendios fue de dos hectáreas en el caso de zonas de afluencia de excursionistas mientras que los fuegos originados en cultivos afectaron a 0,61 ha de media.
El análisis histórico refleja una distribución estable del número de incendios aparentemente reducida, con cuatro picos muy concretos en los años 2000, 2007, 2012 y 2014, que suman el 52 % de todos los fuegos declarados en este período, siendo el año 2014 el más conflictivo al computar un total de 21 incendios forestales que arrasaron 19 hectáreas.
Por otra parte, la estadística también revela que los meses de verano, pese a ser los más peligrosos debido a las condiciones climatológicas, no son los que más incendios registran ya que en el período comprendido entre 1998 y 2015 son marzo y abril, que acumulan 21 y 19 incendios, respectivamente, los que más percances registran frente a los once que se contabilizan en julio, agosto y también en septiembre.
