Definitivamente corren nuevos tiempos para el Ayuntamiento de Alzira. El consistorio ha cerrado el ejercicio 2017 con un superávit de 3,8 millones de euros, de los cuales podrá destinar cerca de 1,4 millones a financiar inversiones durante 2018, de acuerdo con el actual marco legal que regula los presupuestos municipales. Según manifestó ayer el alcalde, Diego Gómez, la intención es acabar obras empezadas, por lo que hay interés de destinar esos recursos al retén de la Policía Local, el Casal Jove y el denominado anillo verde. El resto, según obliga la ley del ministerio, se destina a sufragar deuda con las entidades bancarias.

A este buen resultado se añade la disminución de la deuda contraída con los bancos que, a comienzos de la legislatura (en junio de 2015) se situaba en más de 16 millones de euros pendientes de pago, para fijarse al final del pasado ejercicio en 10,3 millones de euros. De hecho, en 2017 el Ayuntamiento de Alzira ha realizado amortizaciones anticipadas de préstamos por más de un millón de euros, que ha representado un ahorro de cerca de 110.000 euros en intereses para las arcas municipales. En cuanto al periodo medio de pago a los proveedores municipales se ha reducido a menos de 25 días desde que tiene entrada la factura en el ayuntamiento, mientras que la media estatal en las localidades es de más de 90 días, según los datos del Ministerio de Hacienda y Función Pública.

El regidor de Hacienda alcireño, Albert Furió, señaló ayer que el esfuerzo realizado en la mejora de la eficiencia y la economía en la gestión es lo que ha permitido disminuir significativamente el endeudamiento municipal, junto con la reducción de los impuestos «Los alcireños verán este año rebajados sus recibos de contribución urbana en un 2%, los recibos de la contribución rústica en un 10% y los comercios y empresas se benefician ya de la eliminación total de la tasa de basura».