La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio ha sacado a licitación pública la redacción de proyectos de medidas para la mejora de la calidad acústica y de integración en el entorno de diversos tramos de la red viaria de la Generalitat. Entre los tramos donde se trabajara se encuentra la CV-50, que discurre la Ribera de norte a sur.

El director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, Carlos Domingo, ha explicado que los trabajos de consultoría que ahora se licitan, cuentan con un presupuesto de 392.040 euros, y un plazo máximo de 16 meses, «pertenecen al segundo bloque en esta línea de trabajo y con ellos se pretende analizar y proponer una serie de actuaciones encaminadas a mejorar la calidad acústica en el entorno de diversos tramos de nuestras carreteras». La licitación prevé dos lotes, el primero de ellos consiste en trabajos de formulación de cuatro proyectos con objeto de mejorar la calidad acústica y la integración en el entorno de los cuatro tramos de la red viaria de la Generalitat.

El segundo lote consiste en la formulación también de cuatro proyectos que en todos los casos y a los efectos de la normativa acústica aplicable, tienen el carácter propio de una infraestructura integrada en una conurbación, bien por discurrir o ser colindante con el suelo clasificado como urbano, por formar parte de las redes metropolitanas o por tener como función distribuir el tráfico de acceso a las mismas o evitar el paso por un núcleo urbano determinado mediante un trazado perimetral.

Es el cuarto tramo engloba las travesías de Carlet, Alcudia, Alzira, Barraca de Aigües Vives y Tavernes de la CV-50, así como la travesía de Benimuslem de la CV-550 .

Con los trabajos de consultoría que han salido a licitación, «la conselleria pretende profundizar en las posibilidades de actuación en los tramos de la red viaria que revistan un especial nivel de complejidad», ha explicado Domingo, a lo que ha añadido: «Estos análisis tienen como finalidad identificar soluciones tipo que permitan la disminución de los niveles de ruido con un adecuado nivel de integración en contextos urbanos o metropolitanos allí donde el empleo de las soluciones convencionales pueden considerarse inaceptables por su impacto urbano o tener costes prohibitivos».

En este sentido, el director general ha añadido que el objetivo final es cumplir la normativa europea, estatal y autonómica en materia de protección acústica.