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La Ribera cerró 2017 con 4.891 cotizantes más a la Seguridad Social

? La comarca arrancó el año con 102.914 afiliados y lo concluyó con 107.805, lo que supone un crecimiento del 4,5 % ? Los meses de la campaña agrícola registraron las cifras más elevadas

Recolectores de caquis en un campo de l'Alcúdia. vicent m. pastor

n La lenta recuperación de la Ribera tras los peores años de la crisis se aprecia en todas las estadísticas macroeconómicas. Si bien todavía queda un largo camino por recorrer para que toda la población disfrute de unas condiciones que garanticen su bienestar social, con salarios y pensiones dignos, los datos dibujan una comarca en la que ha quedado atrás la época en la que se destruían empleos con una facilidad pasmosa. Prueba de ello son el descenso del número de parados y el aumento de la cantidad de afiliados a la Seguridad Social. En este último apartado concreto, la Ribera saldó el año 2017 con casi 5.000 cotizantes más que a inicios del pasado ejercicio, lo que supone un incremento del 4,5 %.

Los datos del Ministerio de Empleo cifran en 102.914 el número de afiliados a la Seguridad Social que existían en la comarca. Esa cifra se mantuvo relativamente estable durante los primeros meses del año, con ligeras modificaciones (véase el gráfico superior). A partir de marzo, el cómputo de cotizantes empezó una caída paulatina que llegó a su punto más bajo en agosto, con 96.540 afiliados, es decir, unos cinco mil menos que a inicios de año. Este descenso se debe a la composición de la comarca en sí misma. Buena parte de la población de la Ribera vive gracias al campo, la agricultura es el motor económico de la gran mayoría de localidades y, por ende, el sustento de muchas familias. Los meses de verano son, por antonomasia, los que registran una menor actividad productiva en este sector. Las empresas y cooperativas prescinden de una parte de sus trabajadores ya que, cultivos como el caqui o los cítricos (los mayoritarios) no requieren de una gran cantidad de empleados en ese momento del año. Aunque el turismo siempre se ha considerado como una especie salvavidas que intenta compensar ese déficit, es incapaz de equipararse con la magnitud de la agricultura.

Almussafes es menos volátil

De hecho, septiembre, primer mes en el que empieza a registrarse un movimiento más que notorio en la agricultura es el mes en el que la cifra de afiliados remonta de nuevo. Precisamente, el dato más elevado de los que registrados por el Ministerio de Empleo se da en noviembre, con 111.499. Es decir, en un mes de plena campaña agrícola, se contabilizan cerca de 15.000 cotizantes más en que en el mes más fuerte para el turismo. No hay color.

Esta circunstancia queda reflejada si se analizan los datos de las principales localidades de la comarca. Cullera es la excepción, ya que es el único lugar en el que el mes de agosto hay más trabajadores que en el mes de noviembre. Alrededor de un millar de afiliados de diferencia entre un mes y otro, no obstante ese dato positivo no frena la caída generalizada de la comarca.

Almussafes también es un caso peculiar, ya que el número de cotizantes duplica el de habitantes debido a que alberga un potente polígono industrial. De ese modo, cuenta con una mayor estabilidad laboral, ya que depende en menor medida de las campañas agrícolas. En agosto, apenas hay unos doscientos trabajadores menos que en noviembre. Esa diferencia es mayor en localidades donde la agricultura es más importante. Por ejemplo, en Carlet, Alzira, Algemesí o l'Alcúdia se contabilizan crecimientos de más de un millar de afiliados entre verano y el penúltimo mes del año.

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