Uno de los problemas que persiste y tampoco se puede solucionar en dos días es el del aparcamiento en el hospital alcireño. La ausencia de un mayor espacio físico para albergar vehículos es, junto a la falta de camas y la saturación de Urgencias, uno de esos inconvenientes que se arrastra desde hace años.

El aparcamiento de pago que Ribera Salud explotó como una parte más de su negocio ahora es gratis. Las barreras están subidas y eso da pie a que se den situaciones anecdóticas a la par que curiosas con conductores que se paran frente a la máquina de los resguardos a la espera de que salga un tique mientras observan intrigados la protección alzada frente a ellos. Muchos todavía preguntaban ayer al empleado de seguridad si podían utilizar las plazas sin abonar coste alguno. La respuesta fue afirmativa en todos los casos.

No obstante, eso no es suficiente para solventar el arraigado problema. Las distintas zonas de aparcamiento siguen abarrotadas, pese a que una buena parte de los usuarios alcireños hacen uso del autobús urbano. Todavía quedan muchos días en los que se verán vehículos aparcados en el polígono industrial situado junto al hospital cuyos ocupantes tienen como destino el centro sanitario. Lo mismo ocurre con su parte trasera. La calzada frente al servicio de Urgencias tampoco se libra del abundante número de automóviles aparcados.

No obstante, la conselleria de Sanidad tiene en mente la ampliación de la zona destinada al estacionamiento de vehículos, aunque todavía no ha concretado la superficie que se añadirá ni las plazas que se sumarán. Asimismo, se estudia la posibilidad de habilitar un espacio que utilizarán únicamente los trabajadores del centro, que, hasta ahora, venían pagando 30 euros mensuales para tener plaza reservada.