La declaración de impacto ambiental favorable era el último trámite administrativo para poder ejecutar el proyecto que, según explicó ayer el presidente de la mancomunidad, Josep Botella, está previsto que ejecute la Conselleria de Agricultura a través de la dirección general del Agua. Botella cifró en más de 300.000 la inversión y señaló que la instalación fotovoltaica permitirá rebajar un 70 % la factura energética, que actualmente se aproxima a los 30.000 euros anuales.